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Blog Jesús Nazareno de Medinaceli

PASCUA

PASCUA

El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = "pentecostés", vividos y celebrados como un solo día: "los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo" (Normas Universales del Año Litúrgico, n 22).

El tiempo pascual es el más fuerte de todo el año, que se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado el año, que se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas, hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa. Es la pascua también de la Iglesia, su Cuerpo, que es introducida en la Vida Nueva de su Señor por medio del Espíritu que Cristo le dio el día del primer Pentecostés. El origen de esta cincuentena se remonta a los orígenes del Año litúrgico.

Los judíos tenían ya la "fiesta de las semanas" (ver Dt 16,9-10), fiesta inicialmente agrícola y luego conmemorativa de la Alianza en el Sinaí, a los cincuenta días de la Pascua. Los cristianos organizaron muy pronto siete semanas, pero para prolongar la alegría de la Resurrección y para celebrarla al final de los cincuenta días la fiesta de Pentecostés: el don del Espíritu Santo. Ya en el siglo II tenemos el testimonio de Tertuliano que habla de que en este espacio no se ayuna, sino que se vive una prolongada alegría.

La liturgia insiste mucho en el carácter unitario de estas siete semanas. La primera semana es la "octava de Pascua’, en la que ya por rradici6n los bautizados en la Vigilia Pascual, eran introducidos a una más profunda sintonía con el Misterio de Cristo que la liturgia celebra. La "octava de Pascua" termina con el domingo de la octava, llamado "in albis", porque ese día los recién bautizados deponían en otros tiempos los vestidos blancos recibidos el día de su Bautismo.

Dentro de la Cincuentena se celebra la Ascensi6n del Señor, ahora no necesariamente a los cuarenta días de la Pascua, sino el domingo séptimo de Pascua, porque la preocupaci6n no es tanto cronológica sino teol6gica, y la Ascensión pertenece sencillamente al misterio de la Pascua del Señor. Y concluye todo con la donaci6n del Espíritu en Pentecostés.

La unidad de la Cincuentena que da también subrayada por la presencia del Cirio Pascual encendido en todas las celebraciones, hasta el domingo de Pentecostés. Los varios domingos no se llaman, como antes, por ejemplo, "domingo III después de Pascua", sino "domingo III de Pascua". Las celebraciones litúrgicas de esa Cincuentena expresan y nos ayudan a vivir el misterio pascual comunicado a los discípulos del Señor Jesús.

Las lecturas de la Palabra de Dios de los ocho domingos de este Tiempo en la Santa Misa están organizados con esa inrenci6n. La primera lectura es siempre de los Hechos de los Ap6stoles, la historia de la primitiva Iglesia, que en medio de sus debilidades, vivió y difundió la Pascua del Señor Jesús. La segunda lectura cambia según los tres ciclos: la primera carta de San Pedro, la primera carta de San Juan y el libro del Apocalipsis

Semana Santa

Semana Santa

Durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén.

El tiempo de Cuaresma continúa hasta el jueves. A partir de la misa vespertina, "en la Cena del Señor", comienza el Triduo Pascual, que continúa durante el Viernes y el Sábado Santo, y tiene su centro en la Vigilia Pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión. La relación entre los dos aspectos del Misterio Pascual se ha de evidenciar en la celebración y en la catequesis del día.

La entrada del Señor en Jerusalén, ya desde antiguo, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso "Hosanna".

Para la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, además de la procesión solemne que se acaba de describir, el Misal ofrece otras dos posibilidades, no para fomentar la comodidad y la facilidad, sino en previsión de las dificultades que puedan impedir la organización de una procesión.

La segunda forma de la conmemoración es una entrada solemne, que tiene lugar cuando no puede hacerse la procesión fuera de la iglesia. La tercera forma es la entrada sencilla, que ha de hacerse en todas las misas de este domingo en las que no ha tenido lugar la entrada solemne.

MISA CRISMAL

La Misa Crismal, en la cual el Obispo que concelebra con su presbiterio consagra el Santo Crisma y bendice los demás óleos, es una manifestación de la comunión existente entre el Obispo y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo. Para esta Misa ha de convocarse a los presbíteros de las diversas partes de la diócesis para concelebrar con el Obispo, y han de ser testigos y cooperadores en la consagración del Crisma, del mismo modo que en el ministerio cotidiano son sus colaboradores y consejeros. Conviene que se invite encarecidamente también a los fieles a participar en esta Misa, y que en ella reciban el sacramento de la Eucaristía.

CELEBRACIÓN PENITENCIAL DE FINAL DE LA CUARESMA

Es muy conveniente que el tiempo de la Cuaresma termine, tanto para cada uno de los fieles como para toda la comunidad cristiana, con alguna celebración penitencial que prepare a una más plena participación en el Misterio Pascual.



DEL TRIDUO PASCUAL EN GENERAL

La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la misa vespertina del Jueves Santo "en la Cena del Señor" hasta las Vísperas del domingo de Resurrección. Este período de tiempo se denomina justamente el "triduo del crucificado, sepultado y resucitado"; se llama también "Triduo Pascual" porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre. En esta celebración del misterio, por medio de los signos litúrgicos y sacramentales, la Iglesia se une en íntima comunión con Cristo, su Esposo.

LA MISA VESPERTINA DEL JUEVES SANTO "EN LA CENA DEL SEÑOR"

"Con la misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella última Cena en la cuál el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los Apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen."

Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraternal.

Para la reserva del Santísimo Sacramento prepárese un altar o una capilla, convenientemente adornada, que invite a la oración y a la meditación; se recomienda no perder de vista la sobriedad y la austeridad que corresponden a la liturgia de estos días.

Cuando el Sagrario está habitualmente colocado en una capilla separada de la nave central, conviene que se disponga allí el lugar de la reserva y de la adoración.

El lavatorio de los pies, que, según la tradición, se hace en este día, significa el servicio y el amor de Cristo, que "no ha venido para que le sirvan, sino para servir". Conviene que esta tradición se mantenga y se explique según su propio significado.

Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne, después de la misa "en la Cena del Señor". En esta ocasión es oportuno leer una parte del Evangelio según san Juan (capítulos 13-17).

Pasada la medianoche, la adoración debe hacerse sin solemnidad, dado que ha comenzado ya el día de la Pasión del Señor.

VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR

En este día, en que "ha sido inmolada nuestra víctima Pascual: Cristo", la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo.

El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia por medio de la abstinencia y el ayuno.

La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca de las tres (15 horas). Por razones pastorales, puede elegirse otra hora más conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente: por ejemplo, desde el mediodía hasta el atardecer, pero nunca después de las nueve de la noche (21 horas).

DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURECCIÓN DEL SEÑOR

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA

"Toda la celebración de la Vigilia Pascual debe hacerse durante la noche. Por ello, no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tardía que concluya después del alba del domingo." Esta regla ha de ser interpretada estrictamente. Cualquier abuso o costumbre contraria que poco a poco se haya introducido, y que suponga la celebración de la Vigilia Pascual a la hora en que habitualmente se celebran las misas vespertinas antes de los domingos, ha de corregirse.

Las razones presentadas a veces para justificar la anticipación de la Vigilia Pascual, por ejemplo, la inseguridad pública, no se tienen en cuenta en el caso de la noche de Navidad o de reuniones de otro género.

La celebración de la Vigilia Pascual se desarrolla de la siguiente manera: después del Lucernario o del Pregón Pascual (que es la primera parte de la Vigilia), la Santa Iglesia contempla las maravillas que el Señor Dios realizó desde el principio en favor de su pueblo (segunda parte o liturgia de la palabra), hasta que, acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa preparada por el Señor para la Iglesia, memorial de su Muerte y Resurrección, en espera de su nueva venida (cuarta parte ).

En el modo de anunciar la celebración de la Vigilia Pascual, evítese presentarla como el último acto del "Sábado Santo". Dígase, más bien, que la Vigilia Pascual se celebra "en la noche de la Pascua", y precisamente como una celebración unitaria. Se recomienda encarecidamente a los pastores que en la formación de los fieles insistan en la conveniencia de participar en toda la Vigilia Pascual.

EL DÍA DE PASCUA

La misa del día de Pascua se debe celebrar con la máxima solemnidad. En lugar del acto penitencial, es muy conveniente hacer la aspersión con el agua bendecida durante la celebración de la Vigilia; durante la aspersión se puede cantar la antífona Vidi aquam u otro canto de índole bautismal. Con la misma agua bendecida conviene llenar los recipientes (pilas) que se hallan a la entrada de la iglesia.

LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA

En la Semana Santa hacemos memoria del Misterio Pascual del Señor que se celebra sacramentalmente en el templo, se vive en el corazón y se manifiesta en la calle.

Las salidas procesionales y estaciones de penitencia que nacen de la liturgia y a ella deben conducir, pueden llegar a ser, si se hacen con devoción y dignidad cristiana, valiosas catequesis plásticas en sus recorridos por las calles. Son una predicación del Misterio Pascual, esto es, de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se puede afirmar que son fe que se hace cultura, expresión estética de un corazón creyente, fe que se hace sentimiento, sentimiento que lleva a la fe.

En las procesiones se contemplan las páginas evangélicas hechas carne de madera viviente por los imagineros, y hacen vivir el Evangelio a aquellos que las contemplan con verdadero espíritu de fe. Mas en www.archimadrid.es 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

La Archicofradía de Nuestro Padre Nazareno Jesús de Medinaceli celebra su III Centenario

La Archicofradía de Nuestro Padre Nazareno Jesús de Medinaceli celebra su III Centenario

 La Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, de Madrid, celebra este año el III Centenario de su fundación. Con este motivo, se ha proclamado la celebración de un Año Jubilar, que comenzará el próximo domingo, 14 de marzo, y se prolongará hasta el 21 de noviembre.

El programa de actos elaborado con motivo del III Centenario de la Archicofradía será inaugurado el domingo, 14 de marzo, con una solemne Eucaristía que presidirá el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, en la Basílica. La Misa dará comienzo a las 19,00 horas. A continuación, tendrá lugar la Exaltación que hará sobre dicha efeméride el cofrade del Silencio y colaborador habitual del Boletín de las Cofradías de Sevilla, Enrique Guevara Pérez. Dedicará su intervención a glosar la historia y la devoción que atesora la Imagen del Cristo de Medinaceli, y a presentar la publicación conmemorativa editada al efecto. También se presentarán las distintas actividades organizadas por la Archicofradía, y que se desarrollarán en la Basílica de Jesús de Medinaceli (Plaza de Jesús, 2). El acto se celebrará en las dependencias del Hotel Palace (Plaza de las Cortes, 7).

Actos Religiosos
En el mes de abril, la fiesta grande será el viernes día 2. En la celebración del Viernes Santo habrá una procesión de Jesús Nazareno de Medinaceli a las 19,00 horas. Se ofrecerán dos estaciones de gratitud, en honor al III Centenario.

El 16 de mayo tendrá lugar un Encuentro con las Cofradías Agregadas a la Archicofradía de Madrid. A las 13,00 horas comenzará la Eucaristía, seguida de un almuerzo de hermandad.

Ya en el mes de noviembre, el miércoles día 3 a las 19,00 horas, se celebrará una Eucaristía en recuerdo de los Cofrades fallecidos. Y del 12 al 20, a las 19,30 horas, será la Novena a Jesús Nazareno, con besapié al final a la imagen de Nuestro Padre Jesús. Y el domingo 21, Fiesta de Cristo y clausura del III Centenario, habrá una Misa solemne a las 12,45 horas.

Actos y Celebraciones de Carácter Cultural
En los meses de mayo, septiembre y octubre se han preparado unos ciclos de conferencias de tres días de duración. La entrada es libre y se celebrarán en el salón de actos de la Basílica de Jesús de Medinaceli (c/ Cervantes, 40).

El primer ciclo se desarrollará durante los días 12, 19 y 26 de mayo. Organizado por la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, aún están por confirmar los ponentes y el contenido de las conferencias.

La Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli organiza el segundo ciclo, los días 11, 18 y 25 de septiembre. El primer día participará como ponente el Padre Ángel García Estrada, Padre Director de la Archicofradía, quien tratará el tema “El Archicofrade, un hombre de fe”. El día 18, Marcos García-Montes, abogado miembro de las Asociaciones internacionales de Abogados (I.B.A. y U.I.A), así como del Instituto de Abogados de Europa y del Consejo de Colegios de Abogados de la UE, hablará de “La Iglesia y los Derechos Humanos”. El Miembro del Consejo Diocesano de Cofradías, Enrique Guevara, cierra el día 25 el segundo ciclo con una ponencia sobre “La Semana Santa Madrileña”.

Los días 9, 12 y 23 de octubre se celebrará el tercer y último ciclo de conferencias, organizado por la Fraternidad de Hermanos Menores Capuchinos. El día 9, el Padre Inocencio Egido Vicente, Superior de la Basílica de N.P. Jesús Nazareno disertará sobre “Francisco de Asís, un personaje universal de la historia”. El Padre Manuel González dará una conferencia titulada “Francisco de Asís en España” el 12 de octubre. Y el día 23 participará como ponente el Padre Gregorio Blanco García, quien se dirigirá a los presentes a cerca de “Los Capuchinos en Madrid”.

Ciclo de conciertos
La Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de N. P. Jesús Nazareno de Medinaceli y fraternidad de Hermanos Capuchinos ha preparado un Ciclo de Conciertos, con tres actos especiales a celebrar en los meses de abril, junio y noviembre.
El día 27 de marzo se ofrecerá un recital de piano por el Maestro Compositor Don Juan Valero. Durante el mes de junio se programará la intervención de una Coral perteneciente a la Federación de Corales Madrileñas, publicándose convencionalmente día y hora de la actuación. Y el día 6 de noviembre se contará con la intervención de la orquesta de Pulso y Pua de la Universidad Complutense de Madrid.

Las actuaciones tendrán lugar en la Basílica de Jesús de Medinaceli, a las 21,00 horas.

Excursiones y Visitas
El 18 de abril está programada una visita al Museo Diocesano de Madrid. Y el 9 de mayo habrá una excursión a el Pardo y visita al Palacio.

El 10 de julio tendrá lugar una Convivencia Fraternal en Tablada (Madrid). Y el 20 de noviembre se procederá al Homenaje a los Hermanos Cofrades, con almuerzo de hermandad a las 14,00 horas.

Historia de la Cofradía
El día 16 de Marzo de 1710 se funda la Congregación de Esclavos de Jesús Nazareno para dar culto a la imagen y asistir a la procesión del Viernes Santo. Queda abierta a toda clase de personas, seglares y clérigos, hombres y mujeres. De hecho, a ella pertenecieron desde el primer momento la nobleza española mezclada con el pueblo sencillo. Desde 1819 el rey de España figura como protector de la Esclavitud. El Duque de Medinaceli, por ser patrono de la iglesia donde estaba la imagen aparece desde la fundación como Hermano Mayor de dicha esclavitud.

Esta Congregación fue elevada a la dignidad de Archicofradía Primaria por letras apostólicas de su Santidad Pio XI, el día 2 de mayo de 1928 y enriquecida con los acostumbrados privilegios. La Archicofradía cuenta con unos seis mil miembros repartidos fundamentalmente por España, Europa e Hispanoamérica, así como por el sur de Estados Unidos (Florida), siendo la primera tierra que pisó el Cristo en América, traída una copia el año 1999.

Miles de fieles acudirán a su tradicional cita

Miles de fieles acudirán a su tradicional cita



Miles de fieles acudirán a su tradicional cita el próximo día 5, primer viernes del mes de marzo, para venerar y dar culto a la imagen del Cristo de Medinaceli, en la Basílica de los Padres Capuchinos en Madrid situada en la Plaza de Jesús de la capital.

Desde las 23:30 horas de la noche anterior las puertas de la Basílica se abrirán para dejar paso a los fieles que esperan en la puerta del templo para ser los primeros en besar los pies del Cristo, rezarle o participar en las Eucaristías. De hecho, ya han comenzado a acudir fieles de toda España, que se acercan hasta la Basílica adelantándose a las largas colas que se forman tradicionalmente en esta cita.

La primera de las visitas comenzará a las 00 de la noche, la siguiente a las 00:30 horas, seguida de otra a la una de la madrugada. Hasta las 6 horas de la madrugada, las Eucaristías se celebrarán cada hora, y desde las 6 durante todo el viernes, habrá Misa cada media hora. En total, se celebrarán cerca de 30 Eucaristías, hasta las 21 horas. Como todos los años, asistirá a una de las Eucaristías una representación de la Casa Real.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pertenece a la Escuela Sevillana del taller de Juan de Mesa o alguno de sus discípulos, fue tallada en la primera mitad del siglo XVII en Sevilla y llevada por los Capuchinos a la plaza fuerte de Mehdía o Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles.

En abril de 1681, cae prisionera de los moros, la arrastran por la calles de Mequinez, y la rescatan los Trinitarios, llegando a Madrid en el verano de 1682, donde llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que se dice asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real.

Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia real a rezar al Nazareno. Debido a diversos avatares históricos, la imagen ha recorrido varias iglesias de Madrid y en los años 1936-1939 fue trasladada a Valencia, Cataluña y Francia, para terminar en Ginebra (Suiza), participando juntamente con todo el tesoro artístico español en una gran exposición de arte en el Palacio de la Sociedad de Naciones. Terminada la Guerra Civil regresa a su iglesia de la plaza de Jesús, en Madrid, donde es visitada continuamente por sus fieles y seguidores.

                                                                                         

1º Viernes de marzo: A Jesús

1º Viernes de marzo: A Jesús

Miles de fieles acudirán a su tradicional cita del primer viernes del mes de marzo para venerar y dar culto a la imagen del Cristo de Medinaceli, en la Basílica de los PP. Capuchinos en Madrid, Plaza de Jesús, 2.
Desde las 11,30 horas de la noche las puertas de la Basílica se abrirán para dejar paso a los fieles que esperan en la puerta del templo para ser los primeros en besar los pies del Cristo, rezarle o participar en las Eucaristías. La primera de ellas comenzará a las 12,00 de la noche, la siguiente a las 12,30 horas, y otra a la 1,00. Hasta las 6,00 horas de la madrugada, las Eucaristías se celebrarán cada hora, y desde las 6,00, durante todo el viernes, habrá Misa cada media hora. En total, se celebrarán cerca de 30 Eucaristías, hasta las 21,00 horas. Todos los esclavos pueden subir a besar al Cristo.Como todos los años, asistirá a una de las Eucaristías una representación de la Casa Real.
Jesús de Medinaceli :
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pertenece a la Escuela Sevillana, taller de Juan de Mesa o alguno de sus discípulos: Luis de la Peña o Francisco de Ocampo. Tallada en la primera mitad del siglo XVII en Sevilla, fue llevada por los Capuchinos a la plaza fuerte de Mehdía o Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles. En abril de 1681, cae prisionera de los moros, la arrastran por la calles de Mequinez, y la rescatan los Trinitarios, llegando a Madrid en el verano de 1682. Llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real. Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia real a rezar al Nazareno. Debido a diversos avatares históricos, la imagen ha recorrido varias iglesias de Madrid y en los años 1936-1939 fue trasladada a Valencia, Cataluña y Francia, para terminar en Ginebra (Suiza), participando juntamente con todo el tesoro artístico español en una gran exposición de arte en el Palacio de la Sociedad de Naciones. Terminada la contienda española regresará a su iglesia de la plaza de Jesús, en Madrid, donde es visitada continuamente por sus fieles y seguidores.
Veneración :
Los viernes son días especiales para venerarla. La Iglesia recuerda en ese día la pasión y Muerte de Cristo, y desde el principio se vio que los madrileños se acercaban ese día en mayor número a reconciliarse con Dios, a participar en la Eucaristía y a besar el pie de la imagen del Nazareno. La Efigie representa el momento en que Pilatos, dirigiéndose al pueblo judío, le dice: "Ecce Homo, he aquí al Hombre". En la jornada del Viernes Santo, el Cristo de Medinaceli devuelve la visita a los madrileños en una emocionada e impresionante procesión que presencia medio millón de personas.
Iglesia-Basílica de Jesús de Medinaceli
La Iglesia actual de Jesús de Medinaceli fue consagrada solemnemente el 21 de noviembre de 1930 por el obispo de Madrid D. Leopoldo Eijo Garay. Habían precedido varias capillas a lo largo de los siglos, donadas por los Duques de Medinaceli. La iglesia fue erigida en parroquia el 26 de enero de 1966 por el obispo D. Casimiro Morcillo. El Papa Pablo VI elevó el templo a Basílica menor, el 1 de septiembre de 1973.

Primer viernes, de encuentros evangelio y la vida están llenos de encuentros con Jesús. Nos hablan de El, conducen hacia El. Nos orientan. No nos piden que vengamos a sus plantas para arrojar unas súplicas a sus pies. Se nos pide sencillamente que vengamos a El, a su encuentro.

El encontradizo

A lo largo del Evangelio hallamos encuentros llamativos.

De una manera especial me choca el que tuvo Jesús con la samaritana. No nos queda de ella ni el nombre. Es la samaritana. Nada más. Una mujer anónima.

Cada día acude a aquel pozo porque necesitan beber ella y los suyos. Aquella mañana halla a un forastero sentado en el brocal del pozo. Era cerca del mediodía. Llega una mujer a sacar agua. ¡Así se produce el encuentro de Jesús y la sa maritana! Ella también llega cansada. Desearía liberarse del cansancio, del peso, del vacío.

Jesús le habla. Comenzó sembrando inquietud en la mujer. Jesús pasa a ser el que ofrece, el que hace alusión a un don misterioso, y de pronto le ofrece una pregunta y una afirmación: "¿Esperas al Mesías? Pues bien, yo soy, el que habla contigo"

por lo que tú nos has dicho; nosotros mismos le hemos oído y estamos convencidos de que éste es de verdad el Salvador del mundo". Ha habido encuentros. Con la samaritana y luego con los samaritanos.

¿Consecuencia? La conversión de ella... y de ellos.

E! buscado

El nombre de quien tanto se habla ha llegado a Jericó. Se va abriendo camino sin títulos ni apellido: Jesús de Nazaret.

Le acompaña una sospecha: ¡Podría ser el Mesías prometido!

Su eco llega hasta al banco de los tributos, donde Zaqueo cuenta dinero, sufre y sueña. San Lucas nos lo presenta: "Había allí un hombre llamado Zaqueo".

Al oír que Jesús está en Jericó, cierra la oficina a toda prisa y corre en su búsqueda. Se va acercando por detrás del gentío. Su estatura le impide ver. Buscando un recurso llega a las afueras de la ciudad a un lugar conocido: un viejo sicomoro al que había trepado tantas veces siendo niño. Ahora también se eleva hasta allí.

El gentío va pasando. Por fin Zaqueo ve que llega Jesús, que se detiene junto a él, justo debajo de él... Jesús levanta su mirada hacia el árbol y, como si se tratara de un viejo amigo, le dice: -"Zaqueo, baja rápido. Hoy quiero hospedarme en tu casa".

Así se produce el encuentro, la comida familiar. De pronto Zaqueo, se pone de pie y dice:"Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y, si a alguno le he defraudado, le devuelvo el cuádruple".

Era la conversión, consecuencia del encuentro.

La fe parte de un encuentro. Todo encuentro debe producir cambios. Una fe que no transforma es falsa. Nadie puede dejar que Jesús entre en su vida sin comenzar todo un programa de cambios. Primer viernes de marzo. Un día de encuentros. Jesús y nosotros. ¿Debemos cambiar?

HORARIO:    19:30 Santo Rosario, Triduo y Eucaristía con predicación del P. José Martínez de la Torre, del convento de Santander.
    A continuación Besa Píe de la imagen.
El día 2 la Basílica permanecerá cerrada para preparar el Templo para el día 3.

 Los cultos de ese día se celebran en la Cripta.

 
PRIMER VIERNES DE MARZO
 
    La Basílica se mantendrá abierta desde las 0 horas a las 24 horas para la veneración y besapíe de la Imagen.
    Habrá misas en la Basílica: cada media hora desde las 00:00 h. hasta las 14:00 horas y desde las 17:00 a las 21:00 h. cada hora.
    Misas en la Cripta: 17:30, 18:30 y 19:30.
 ** La parte musical de los cultos en el Triduo, corre a cargo de la Escolanía de Ntro. Padre Jesús y del organista de la Basílica, Luis Villazón Fernández de Velasco.

 

III Centenario al Cristo de Medinaceli, en Madrid

III Centenario al Cristo de Medinaceli, en Madrid

Entre el grueso de actos extraordinarios derivados de la programación llevada a cabo por la Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Medinaceli de Madrid, al conmemorarse el III Centenario de su fundación, 1710-2010, se encuentra precisamente la Exaltación que sobre dicha efeméride ofrecerá el próximo día 14 de Marzo el cofrade del Silencio y colaborador habitual del Boletín de las Cofradías de Sevilla, Enrique Guevara Pérez.

El mismo dedicará su intervención a glosar la historia y la devoción que atesora tan universal Imagen del Cristo de Medinaceli, además de presentar el elenco de actos de carácter extraordinario, tanto religiosos como culturales, a llevar a cabo desde entonces, si bien en dicha intervención también será presentada la publicación conmemorativa editada al efecto y en cuyas páginas igualmente participa el mencionado cofrade.

El acto tendrá lugar en las dependencias del famoso y aristocrático Hotel Palace, y a la cita está invitada la Casa Ducal de Medinaceli, el Cardenal-Arzobispo de Madrid y el Nuncio de SS, entre otras personalidades relevantes. 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

La Cuaresma

La Cuaresma

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

40 días

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.


Manos Unidas envía a Haití los primeros 308.000 euros de ayuda de emergencia

Manos Unidas envía a Haití los primeros 308.000 euros de ayuda de emergencia

Una semana después del terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que destruyó gran parte de Haití , sobre todo la zona de la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores, Manos Unidas ha enviado al país caribeño los primeros 308.000 euros de ayuda de emergencia.



El importe de la ayuda enviada se va a repartir en municipios de las zonas de Jacmel y Lavial, ambas del Departamento del Sudeste y en comunidades rurales de Cayes y Mango Marion, en el departamento Oeste, poblaciones cercanas a Puerto Príncipe, y se destinará a la compra de bienes de primera necesidad (alimentos, ropa, productos de higiene, menaje…) y refugios provisionales y agua potabilizada para evitar epidemias y enfermedades.


En Manos Unidas queremos garantizar que esa ayuda va a llegar a la población más necesitada y por ello, hemos puesto toda nuestra confianza en organizaciones locales con las que trabajamos hace años. Organizaciones que nos demostraron sobradamente su eficacia en septiembre de 2008, con motivo de los huracanes Gustave, Hanna e Ike.


Las organizaciones receptoras de los fondos de esta primera partida de ayuda de emergencia son Cáritas diocesana de Jacmel, la Union des Cadres pour le Développement (UCAD), Petits Frères de Ste Thérèse de L´Enfant Jesús (PFST) y Jóvenes Universitarios de Carrefour para el Desarrollo de Haití (OJUCAH).