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Blog Jesús Nazareno de Medinaceli

Navidad

Navidad

La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.

En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo,"luz del mundo" (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la semana Santa celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.

La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.

Jesús nació en la humildad de un establo, de una familia pobre (ver Lc 2, 6-7); unos sencillos pastores son los primeros testigos del acontecimiento. En esta pobreza se manifiesta la gloria del cielo (ver Lc 2, 8-20). La Iglesia no se cansa de cantar la gloria de esta noche:

La Virgen da hoy a luz al Eterno.
Y la tierra ofrece una gruta al Inaccesible.
Los ángeles y los pastores le alaban,
y los magos avanzan con la estrella.
Porque Tú has nacido para nosotros,
Niño pequeño, ¡Dios eterno!
Sólo hoy será Navidad si en ti y en tu familia nace de maría el
Señor Jesús.

INICIO DE LA ORACIÓN

Todos santiguándose dicen:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El padre de familia, al comenzar la celebración, dice:

Alabemos y demos gracias al Señor,
que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.

Todos responden:

Bendito seas por siempre, Señor.

Luego el padre de familia dispone a los presentes para la bendición, con las siguientes palabras:

El Señor Jesús ha nacido de Santa María. El pesebre que adorna nuestro hogar nos recuerda el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar entre nosotros. Aquello que ocurrió hace dos mil un años, lo revivimos esta noche santa (día santo) en el misterio. El Señor Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. Que esta Navidad fortalezca nuestros pasos en el tercer milenio cristiano.
Uno de los miembros de la familia lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura:

LECTURA

Lc. 2, 4-7a: María dio a luz a su hijo primogénito.

Escuchemos, ahora, hermanos, la palabra del Santo Evangelio según San Lucas:

En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.

Palabra del Señor

Todos responden:

Gloria a Ti, Señor Jesús.

Después de la lectura se canta "NOCHE DE PAZ", mientras el menor de la familia coloca al Niño en el Pesebre.

NOCHE DE PAZ


Noche de paz, noche de amor:

llena el cielo un resplandor;

en la altura resuena un cantar:

"os anuncio una dicha sin par,

en la tierra ha nacido Dios,

hay en Belén de Judá".


Noche de paz, noche de amor:
todo duerme en derredor;

sólo velan mirando la faz

de su niño en angélica paz,

José y María en Belén (2 veces)

Noche de Dios, noche de paz:

esplendor inmortal,

luz eterna en la noche brilló:

es la gloria del Hijo de Dios.

Duerme el Niño Jesús. (2 veces)
PETICIONES


Otros dos miembros de la familia dirigen las peticiones:

En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración al Señor Jesús, Hijo de Dios vivo y de Santa María, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle:

POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.


Señor Jesús, Palabra Eterna, que al venir al mundo, anunciaste la alegría a la tierra, alegra nuestros corazones con la alegría de tu visita.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.


Reconciliador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de Dios-Padre a sus promesas, haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de nuestro bautismo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.


Rey del cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los hombres, conserva en tus paz nuestras vidas y que haya paz en nuestro país y en todo el mundo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.


Hijo de Santa María, que quisiste serte Hijo de Mujer, concédenos descubrir que María es también nuestra Madre y ayúdanos a amarla con la ternura filial de tu corazón.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.


Dios-con-nosotros, que quisiste nacer en el seno de una familia, bendice nuestro hogar para que en el siempre reine el amor de manera especial acuérdate de las familias que en estas fiestas de navidad viven en soledad y dolor y haz que sientan el consuelo de saberse hijos de la gran familia de Dios.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
Se pueden añadir otras peticiones libres

Terminemos nuestras peticiones rezando la oración de los hijos de Dios: Padre Nuestro.

ORACIÓN DE BENDICIÓN

Luego el padre de familia dice:

Señor Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos entregaste a tu Hijo único
nacido de María la Virgen,
dígnate bendecir este nacimiento
y a la familia cristiana
que está aquí presente,
para que las imágenes de este Belén
nos ayuden a profundizar en la fe.

Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Concluida la bendición del pesebre toda la familia reza junta la siguiente oración:

Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio pasó a nuestra luz.

Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

El padre de familia dice:

Que con el auxilio de tan dulce intercesora.

Todos responden:

Seamos siempre fieles en el terreno caminar.

Todos santiguándose dicen:

En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Podemos ofrecerle al Señor Jesús una respuesta de fe concreta, en esta navidad y Nuevo Año.

Especialmente podemos proponernos expresarle nuestro amor en algo práctico y efectivo, en relación as nuestros hermanos más pobres, a través de alguna obra de caridad.



BENDICIÓN DE LA CENA DE NOCHEBUENA

En el centro de la mesa se colocará una vela apagada.

Toda la familia, de pie, se reúne alrededor de la mesa. Santiguándose dicen:

El Padre, el hijo y el Espíritu Santo, sean glorificados en todo tiempo y lugar por al Inmaculada Virgen maría. Que Así sea. Amén

La madre de familia dice:

Hoy nos encontramos reunidos celebrando el nacimiento del Señor Jesús de la

Virgen María. Dios, en muestra de su inmenso amor, envió a su hijo para que la comunión perdida por el pecado fuera restablecida. Él nos reúne esta noche y, unidos de la misma forma que la familia de Nazaret, nos muestra que nuestra espera no ha sido en vano.

Uno de los hijos lee:

"Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo y Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace"." (Lc. 2, 8-14)

Y todos responden:

Gloria a Ti, Señor Jesús, que hoy has nacido de la Virgen María.

Mientras uno de los hijos enciende el cirio colocado en medio de la mesa, todos entonan el siguiente canto:

CAMPANAS

Campana sobre campana
y sobre campana una,

asómate a la ventana

verás al niño en la cuna.

BELÉN, CAMPANAS DE BELÉN

QUE LOS ÁNGELES TOCAN,

¿QUÉ NUEVAS ME TRAÉIS? (2 veces)

Recogido tu rebaño,
¿adónde vas, pastorcito?

voy a llevar al portal

mi canción y mi cariño.

Campana sobre campana
y sobre campana dos,

asómate a la ventana,

porque está naciendo Dios.

Para finalizar; el padre de familia reza la siguiente oración de bendición:

Oremos.

Dios Padre,
que nos enviaste a tu Hijo muy amado,
derrama tu bendición sobre estos alimentos
y también sobre los miembros de este hogar,
para que así, como ahora acogemos,
gozosos, a tu Hijo Reconciliador,
lo recibamos también confiados
cuando vengas al fin de los
tiempos.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos responden:

Amén.

En el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo. Amén.

Liturgia y Tradiciones
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En el tema principal desarrollado por la liturgia de Navidad encontramos los elementos básicos de la teología y de la pastoral de la fiesta. La Navidad no es sólo un recuerdo de un suceso histórico. Constantemente la liturgia subraya que el hecho del nacimiento de Jesucristo está ordenado a la Redención, a la Pascua, a la Parusía. Según la terminología de los antiguos, la Navidad es una mcmoria (misterio), cuyo centro es la muerte y resurrección de Jesucristo, siempre presente y operante, como alma de toda celebración litúrgica.

Alrededor de la liturgia de Navidad se ha formado, en el decurso de los siglos, una serie de costumbres folklóricas que han contribuido a crear un ambiente festivo en la intimidad de las familias y en las calles de aldeas y ciudades. Ya en el Siglo V se compusieron cantos populares sobre el misterio de la Encarnación, inspirados en la teología y la liturgia de Navidad. Cuando, en el siglo XIII, San Francisco de Asís y sus discípulos propagan la devota práctica de construir "belenes" en las iglesias y en las casas, se extienden los villancicos de Navidad, caracterizados por el tono sensible e ingenuo de sus letras y de sus melodías que se refieren preferentemente a los sentimientos de la Virgen y de los pastores ante la pobreza que Dios ha escogido al tomar un cuerpo humano.

Como para expresar visiblemente el significado de la "iluminación" obtenida por el nacimiento de Jesucristo, desde antiguo se introdujo el hábito de encender fuegos durante la noche de Navidad, reemplazando tradiciones precristianas. El alumbrado extraordinario de los lugares públicos durante el tiempo de Navidad se ha inspirado en esos usos.

Desde el siglo XVI, en los países nórdicos, se empiezan a reunir en torno a un árbol -el árbol de Navidad-, signo de la gracia alcanzada por la Encarnación y por la muerte en el árbol de la cruz de Jesucristo, en contraposición del pecado que se originó en el árbol del paraíso.

También, se destinó para el día de Navidad la práctica de cambiarse regalos y felicitaciones; práctica sugerida por la que existía en Roma el día primero del año, llamada estrenas. Al principio, se simbolizaba que era el niño Jesús quien ofrecía los regalos; y más adelante, serían los Reyes Magos quienes distribuyen los dones, y no tanto por Navidad cómo por la Epifanía, en que se conmemora el hecho de la entrega de sus obsequios a Jesucristo.

Por último, durante la octava de Navidad se celebran las "memorias" de los Santos Esteban, Juan Evangelista e Inocentes, como las más antiguas, a las que Oriente añadía la de los Santos Pedro y Pablo.

Tradiciones y Costumbres

Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió o lo que se acostumbraba hacer en tiempos pasados. Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral o escrita. La palabra tradición viene del latín "traditio" que viene del verbo "tradere" que significa entregar. Se podría decir que tradición es lo que nuestros antepasados nos han entregado.

En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo el aspecto exterior sino su significado interior. Se debe conocer por qué y para qué se llevan a cabo las tradiciones y costumbres para así poder vivirlas intensamente. Este es un modo de evangelizar.

Existen muchas tradiciones y costumbres tanto del Adviento como de la Navidad, las cuales nos ayudan a vivir el espíritu navideño; sin embargo, debemos recordar que este espíritu se encuentra en la meditación del misterio que se celebra.

El calendario

Al fijarse esta fecha, quedaron también fijadas la de la Circuncisión y de la Presentación; la de la Expectación y, quizás, la de la Anunciación de la Santísima Virgen María; también la del Nacimiento y Concepción del Bautista. Hasta el siglo décimo la Navidad era considerada, en los documentos pontificios, el inicio del año eclesiástico, como se sigue haciendo en las Bulas; Bonifacio VIII (1294-1303) restauró temporalmente esta costumbre, la cual Alemania sostuvo durante algún tiempo más.

Las tres Misas

Las tres misas que señalan para esta fecha el Misal de Gelasio y el Gregoriano, y éstas con un martirologio especial y sublime, y con la dispensa, si fuera necesaria, de la abstinencia, todavía hoy son guardadas. Si bien Roma señala sólo tres Misas para la Navidad, Ildefonso, un Obispo español en el 845, alude a una triple Misa en Navidad: Pascua, Pentecostés, y la Transfiguración. Estas Misas, de medianoche, al alba, e in die, están místicamente relacionadas con la distribución judía y cristiana, o al triple "nacimiento" de Cristo: en la Eternidad, en el Tiempo, y en el Alma. Los colores litúrgicos variaban: negro, blanco, rojo; y el Gloria era sólo entonado al principio de la primera Misa de ese día.

Los pesebres, Belenes o Nacimientos

En el año 1223 San Francisco de Asís dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos, popularizando entre los laicos una costumbre que hasta ese momento era del clero, haciéndola extra-litúrgica y popular. La presencia del buey y del burro se debe a una errónea interpretación de Isaías 1, 3 y de Habacuc 3, 2 (versión "Itala"), aunque aparecen en el magnífico "Pesebre" del siglo cuarto, descubierto en las catacumbas de San Sebastián en el año 1877.

Los himnos y villancicos

Los primeros villancicos que se conocen fueron compuestos por los evangelizadores en el siglo V con la finalidad de llevar la Buena Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer. Sus letras hablaban en lenguaje popular sobre el misterio de la encarnación y estaban inspirados en la liturgia de la Navidad. Se llamaban "villanus" al aldeano y con el tiempo el nombre cambió a "villancicos". Éstos hablan en un tono sensible e ingenioso de los sentimientos de la Virgen María y de los pastores ante el Nacimiento de Cristo. En el siglo XIII se extienden por todo el mundo junto con los nacimientos de San Francisco de Asís.
El famoso "Stabat Mater Speciosa" es atribuido a Jacopone Todi (1230-1306); "Adeste Fideles" data del siglo decimoséptimo. Pero, éstos aires populares, e incluso palabras, deben de haber existido desde mucho tiempo antes de que fueran puesto por escrito.

Los villancicos favorecen la participación en la liturgia de Adviento y de Navidad. Cantar villancicos es un modo de demostrar nuestra alegría y gratitud a Jesús y escucharlos durante el Adviento ayuda a la preparación del corazón para el acontecimiento de la Navidad.

Las tarjetas navideñas

La costumbre de enviar mensajes navideños se originó en las escuelas inglesas, donde se pedía a los estudiantes que escribieran algo que tuviera que ver con la temporada navideña antes de salir de vacaciones de invierno y lo enviaran por correo a su casa, con la finalidad de que enviaran a sus padres un mensaje de Navidad.

En 1843, W.E. Dobson y Sir Henry Cole hicieron las primeras tarjetas de Navidad impresas, con la única intención de poner al alcance del pueblo inglés las obras de arte que representaban al Nacimiento de Jesús.
En 1860, Thomas Nast, creador de la imagen de Santa Claus, organizó la primera venta masiva de tarjetas de Navidad en las que aparecía impresa la frase "Feliz Navidad".

El Árbol De Navidad

Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el "divino Idrasil" o el "dios Odín", al que le rendían culto cada año, en el solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida. La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol bailaban y cantaban adorando a su dios.

Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, derribó el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones llegó a América.

Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.

Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento. Las esferas azules son oraciones de arrepentimiento, las plateadas de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.

Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.

También se suelen poner adornos de diversas figuras en el árbol de Navidad. Éstos representan las buenas acciones y sacrificios, los "regalos" que le daremos a Jesús en la Navidad.

Para aprovechar la tradición: Adornar el árbol de Navidad a lo largo de todo el adviento, explicando a los niños el simbolismo. Los niños elaborarán sus propias esferas (24 a 28 dependiendo de los días que tenga el Adviento) con una oración o un propósito en cada una, y conforme pasen los días las irán colgando en el árbol de Navidad hasta el día del nacimiento de Jesús.

Santa Claus o Nicolás

La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalos a los niños buenos el día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.

Existen varias leyendas que hablan acerca de la vida de este santo:

En cierta ocasión, el jefe de la guardia romana de aquella época, llamado Marco, quería vender como esclavo a un niño muy pequeño llamado Adrián y Nicolás se lo impidió. En otra ocasión, Marco quería apoderarse de unas jovencitas si su padre no le pagaba una deuda. Nicolás se enteró del problema y decidió ayudarlas. Tomó tres sacos llenos de oro y en la Noche de Navidad, en plena oscuridad, llegó hasta la casa y arrojó los sacos por la chimenea, salvando así a las muchachas.

Marco, quien quería acabar con la fe cristiana, mandó quemar todas las iglesias y encarcelar a todos los cristianos que no quisieran renegar de su fe. Así fue como Nicolás fue capturado y encarcelado. Cuando el emperador Constantino se convirtió y mando liberar a todos los cristianos, Nicolás había envejecido. Cuando salió de la cárcel, tenía la barba crecida y blanca y llevaba sus ropajes rojos que lo distinguían como obispo; sin embargo, los largos años de cárcel no lograron quitarle su bondad y su buen humor.

Los cristianos de Alemania tomaron la historia de los tres sacos de oro echados por la chimenea el día de Navidad y la imagen de Nicolás al salir de la cárcel, para entretejer la historia de Santa Claus, viejecito sonriente vestido de rojo, que entra por la chimenea el día de Navidad para dejar regalos a los niños buenos.

El Nombre de Santa Claus viene de la evolución paulatina del nombre de San Nicolás: St. Nicklauss, St, Nick, St. Klauss, Santa Claus, Santa Clos.

No obstante, el ejemplo de San Nicolás nos enseña a ser generosos, a dar a los que no tienen y a hacerlo con discreción, con un profundo amor al prójimo. Nos enseña además, a estar pendiente de las necesidades de los demás, a salir de nuestro egoísmo, a ser generosos no sólo con nuestras cosas sino también con nuestra persona y nuestro tiempo.

En este sentido, la Navidad es un tiempo propicio para imitar a San Nicolás en sus virtudes.

        El 31 de diciembre, a las 18,00 horas, tendrá lugar la Santa Misa de Acción de Gracias por el año que termina.

El 1 de enero , a las 12,00 horas, Santa Misa en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

El 6 a las 12,00 horas, la Santa Misa en la Solemnidad de la Epifanía del Señor.

Por último, el 11 de enero , a las 12,00 horas, se celebrará la Santa Misa en la Solemnidad del Bautismo del Señor. Durante la misma, el Cardenal bautizará a niños.

El Belén de la Catedral, que será inaugurado por el Cardenal después de la Misa del Gallo, se podrá visitar hasta el 11 de enero , en horario de 9,00 a 20,00 horas

                                                                                                                                                                                                                       

Siguiendo el paso del Cristo de Medinaceli

Siguiendo el paso del Cristo de Medinaceli

Dos filas de individuos portando velones. Capirotes, túnicas, rostros ensimismados. Hombres arrastrando cadenas con paso solemne.Rosarios, plegarias y ruegos al Señor. Una carroza y 500.000 almas siguiendo el paso del Cristo de Medinaceli.

La procesión más famosa de Madrid continuará  el itinerario marcado desde hace años. El mismo fervor y devoción que acompañan a la imagen todos los viernes del año en la basílica que alberga la famosa talla harán explosión, como cada año, en la solemne procesión de Viernes Santo .

Más de 3.000 cofrades y otros miles de esclavos, músicos, mujeres con peineta y toda clase de devotos seguirán los pasos del paso del Cristo más querido por los madrileños.

Ya , muchos seguidores de la imagen de El Nazareno se acercaron a la iglesia de la Plaza de Jesús para adorar la advocación del Cristo.

La basílica, que cuenta con ocho estandartes dedicados al Nazareno y numerosas tallas de vírgenes y santos, fue construida en 1930 para poder recibir a la enorme cantidad de devotos que atraía la talla del Cristo.

Una escultura que desde que se creara en 1655 en Sevilla ha sido protagonista de un sinfín de leyendas. Objeto de odio y adoración, estuvo ubicada a lo largo de los siglos en distintos puntos de la geografía española, y durante la Guerra Civil viajó hasta Ginebra, desde donde volvió en 1939 recibida con un calurosa y multitudinaria manifestación en las calles.

La importancia de este Cristo en la historia de Madrid se puede contemplar todavía hoy en el número de asistentes que año tras año congrega en la procesión y en la cantidad de esclavos y voluntarios que se unen a la procesión por Semana Santa. Muchos de ellos por una promesa que hicieron y otros porque ven en él una verdadera fuerza para su existencia. Pero el caso es que procesiones como ésta, o como la de ayer de Jesús Nazareno El Pobre, congregan cada temporada a cientos de habitantes de Madrid.

 

Museo de la Catedral de La Almudena

Museo de la Catedral de La Almudena

Exposición temporal “San Isidro, Patrón de Madrid”


Con motivo de la cercana festividad de nuestro Patrón, San Isidro labrador, desde el próximo día 11 de mayo 2009, lunes, a las 12, 00h hasta el 11 de junio, el Museo de la Catedral de la Almudena albergará en la sala Capitular la exposición “San Isidro, Patrón de Madrid” coordinada por el Equipo del Museo.


Desde el Museo de la Catedral, queremos contribuir a aumentar el conocimiento sobre la vida y milagros de San Isidro, mostrar su proceso de canonización y dejar constancia de la devoción del pueblo madrileño hacia su Patrón.


En esta ocasión se ha contado con la valiosa colaboración de las Congregaciones de Naturales de Madrid, la de seglares y de presbíteros.


Tanto la Real, muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid como la Congregación de San Pedro Apóstol de Presbíteros seculares de Madrid, han contribuido en la exposición con la aportación de piezas y documentos pertenecientes a sus colecciones, muchos de los cuales están habitualmente fuera del alcance del gran público.


En la exposición se muestran dos lienzos de José Monasterio, una Misa Pontifical en la Colegiata de San Isidro y un San Isidro en Gloria; también se expondrá una copia del atribuido a Goya propiedad de la Congregación de San Isidro que muestra al Santo junto a su esposa Santa María de la Cabeza. Junto con ellos se podrá ver una digitalización del Códice de Juan Diácono cuyo original se conserva y se exhibe en el Museo de la Catedral. Las noticias de San Isidro fueron recogidas en este breve códice medieval dechado en el siglo XIII. En él se puede leer una relación de milagros atribuidos al Santo y una serie de himnos de alabanza.


Asimismo en la exposición se podrán contemplar los documentos relativos a la canonización de San Isidro que se encuentran en el Archivo del Cabildo Catedral y que se exponen por primera vez.


También se exhibe el Terno utilizado en la Misa Pontifical celebrada en la plaza Mayor de Madrid con motivo de la Canonización del Santo en el año 1622. Es uno de los ternos más antiguos de Europa, su capa pluvial puede contemplarse en el Museo de la Catedral, donde está expuesta de forma permanente.


La exposición concluirá el día 11 de junio, a partir de la cual las piezas de las Congregaciones regresaran a sus titulares.


El día 15 de mayo festividad de San Isidro la exposición estará abierta al público al igual que el Museo de la Catedral de la Almudena en su horario habitual.


INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE:


SAN ISIDRO LABRADOR, PATRÓN DE MADRID
Fechas: del 11 de mayo al 11 de junio de 2009
Lugar: Sala Capitular de la Catedral
Dirección: Museo de la Catedral de La Almudena
Plaza de La Almudena s/n.
Horario: de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 h.
Entrada gratuita
Madrid, 6 de mayo de 2009


Para más información contactar con:
MUSEO DE LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA
Plaza de la Almudena s/n. 28013 Madrid
Tel. 91 559 28 74
museoalmudena@planalfa.es
www.archimadrid.es

La procesión de Jesús de Medinaceli, se suspendió

La procesión de Jesús de Medinaceli, se suspendió

La procesión de Jesús de Medinaceli, la imagen que suscita más concurrencia y devoción entre los madrileños, se suspendió esta tarde por el mal tiempo que reinó en el Viernes Santo en la capital, provocando las lágrimas y la decepción de medio millón de madrileños que iban a contemplar el paso.

Ésta ha sido la segunda suspensión del día, junto a la del Divino Cautivo. En cambio, sí marcharon las procesiones del Santísimo Cristo de los Alabarderos, la del Silencio, María Santísima de los Siete Dolores y la del Santo Entierro, que comenzó su recorrido a las 20.30 horas, según informó a Europa Press uno de los miembros del Consejo Diocesano de Hermandades de Madrid y portavoz, Enrique Guevara.

La archicofradía primaria nacional de la Real Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Nazareno y los padres capuchinos de la basílica de Jesús de Medinaceli decidieron que el paso no saliera ante el temor de que sufriera algún daño provocado, ya que en otra ocasión reciente la lluvia sorprendió a la talla y su reparación fue muy costosa.

Cientos de miles de personas, que esperaban a las puertas de la iglesia, en la Carrera de San Jerónimo y en calles aledañas, se marcharon, decepcionadas y algunas con lágrimas en los ojos, a partir de las 20.00 horas, cuando los padres capuchinos confirmaron que Jesús de Medinaceli no iba a salir.

No obstante, los cofrades colocaron la imagen en la puerta de la basílica para que sea venerada hasta medianoche por los fieles. En los momentos en que procedieron a colocar la imagen en la entrada, algunas personas se pusieron nerviosas y se creó una pequeña abalancha, que suscitó la intervención de la Policía Municipal para controlar la situación, que no llegó a mayores, según indicaron a Europa Press fuentes municipales.

Conocida la decisión de la hermandad del Nazareno, muchos espectadores caminaron hacia la Puerta del Sol y la calle Mayor hasta llegar a la Puerta de Oriente, donde posesionaba la cruz los Alabarderos. Otros muchos se fueron a casa con pesar.

"No ha sido un Viernes Santo Común común, sino de desconcierto, en contraste con la marabunta de gente que se vio en las procesiones del Jueves Santo, que fueron un éxito", señaló Guevara, que admitió que el paso de Medinaceli es el "alfa y omega" de todos los madrileños.

A pesar de ello, señaló que la decisión de suspender la procesión ha sido "acertada", ya que, además del patrimonio de la talla, recién restaurada y con nuevo manto, "corrían peligro muchos ancianos y niños que participaban en la procesión antes las nefastas condiciones climatológicas".

IMAGEN DESCONOCIDA PERO MILAGROSA

Aunque se desconoce el autor y el origen de la imagen de Jesús de Medinaceli, los anales datan que ya en 1614, cuando los españoles conquistaron la fortaleza de Mámora - próxima a Tánger y reducto de piratas berberiscos -, llevaron, entre otras imágenes, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Reconquistada de nuevo la fortaleza por los musulmanes en 1681, éstos trasladaron la imagen de Jesús a Mequinez, en donde, para profanarla, la arrastraron por las calles de la ciudad. La leyenda cuenta que, al redimir, por orden de Carlos II, a los cautivos españoles convino con los musulmanes dar tanto oro como fuese el peso de la imagen para recuperarla.

A pesar de ser de tamaño natural y de gran peso, el platillo de la balanza descendió de forma repentina y prodigiosa con las primeras monedas depositadas en él. Ante aquel inesperado prodigio, los musulmanes, enfurecidos, deciden quemar la efigie, pero una peste que, como castigo se propagó por la ciudad, les obligó a desentenderse de la imagen, quedando con ello definitivamente rescatada, continúa la leyenda.

Una vez trasladada a Madrid, el Duque de Medinaceli, primer ministro de la Nación, construyó, para el culto del Nazareno una capilla en solares de su propiedad. De ahí nació la denominación popular de ’Jesús de Medinaceli’.

Desde 1895 la capilla con la imagen fue entregada a la custodia de los padres capuchinos de Madrid. Por motivos de seguridad, durante la guerra civil española la imagen fue trasladada a Ginebra, de donde regresó a su iglesia de la capital una vez finalizada la contienda.

El Sábado Santo comenzó a las 8 horas con la Virgen Dolorosa, de la Iglesia-basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de los Padres Capuchinos, y organizada por la Archicofradía Primaria Nacional de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pasó por la calle del Duque de Medinaceli, la calle del Prado, la calle de las Huertas y la plaza de Jesús.

La procesión organizada por la Archicofradía Primaria Nacional de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno, recorrió la calle del Prado, la calle del Príncipe, la calle de las Huertas, y la calle de Lope de Vega hasta regresar a la plaza de Jesús.
PROCESION DE LA SOLEDAD

A las17.00 horas partió de la Real Iglesia de San Ginés la procesión de la Soledad. Nuestra Señora de la Soledad, una talla del siglo XVIII acompañó al Cristo Yacente, en una procesión organizada por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo y Santo Cristo del Sepulcro.

A las 16.30 horas de este Sábado Santo se reunieron los tambores en el monasterio del Corpus Christi (vulgo Carboneras) de donde partieron siguiendo el recorrido: plaza del Conde de Miranda - calle Puñonrostro - calle Sacramento - calle del Cordón - plaza de la Villa - calle Mayor - calle de Bordadores, donde se unieron al resto de la procesión que siguió el siguiente itinerario: plazuela de San Ginés " pasadizo de San Ginés - calle Arenal " plaza de Isabel II - calle de Arrieta ? plaza de la Encarnación - calle de la Encarnación - Estación de penitencia en el Monasterio de la Encarnación " plaza de la Encarnación - calle de San Quintín " calle Bailén - calle Mayor " puerta del Sol " calle Arenal " Real Iglesia de San Ginés.


23.00 horas Vigilia Pascual

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, presidirá en la noche de este sábado en la Catedral de La Almudena la Vigilia Pascual, uno más de los actos litúrgicos de esta Semana Santa organizados en la capital madrileña. Así, la Vigilia Pascual dará comienzo a las 23.00 horas en la Catedral de la Almudena, y durante la misma se impartirá el sacramento del Bautismo y de la Confirmación a adultos.

Las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa terminarán el Domingo de Resurrección, con una solemne eucaristía a las 12.00 horas presidida por Rouco Varela. Además, al finalizar la ceremonia se impartirá la Bendición Papal.

Durante estos días, monseñor Rouco Varela ha presidido otros actos, como la celebración de la Pasión y Muerte de Jesucristo, este viernes, que comenzó a las 17.00 horas en la catedral de la Almudena, y fue acogida en Madrid por la Cruz de la Jornada mundial de la Juventud. Al finalizar los oficios, los jóvenes de la diócesis llevaron la Cruz en procesión, con el cardenal de Madrid, por las calles Bailén, Mayor, Puerta del Sol y parte de la Carrera de San Jerónimo hasta la Plaza de Canalejas. 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

Capuchinos SEMANA SANTA 2009

Capuchinos SEMANA SANTA 2009


En todas las misas, bendición de ramos.
11:45 mañana: Bendición de Ramos, Procesión y Misa.

LUNES, MARTES Y MIÉRCOLES SANTO:
19:30 tarde: Charlas cuaresmales, en la Cripta.

JUEVES SANTO :
08:30 mañana: Rezo de Laudes en la Cripta,
12:00 mañana: CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA RECONCILIACIÓN.
17:30 tarde: Misa privilegio de los Jueves Eucarísticos.
19:00 tarde: Misa solemne de la "CENA DEL SEÑOR".

VIERNES SANTO :
08:30 mañana: Rezo de Laudes ante el Monumento.
12:00 mañana: Vía Solemne.
16:30 tarde: Celebración litúrgica de la "PASIÓN DEL SEÑOR".
19:00 tarde: PROCESIÓN con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por el itinerario acostumbrado.
NO hay besapié.

SÁBADO SANTO :
08:00 mañana: PROCESIÓN DE LA DOLOROSA.

22:00 noche: VIGILIA PASCUAL DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR en la Noche Santa. La celebración mas importante del año. Haga un esfuerzo y participe.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN :
Celebración de la Resurrección del Señor. Misas como todos los domingos.

CRISTO HA RESUCITADO, UN DIA TAMBIÉN NOSOTROS RESUCITAREMOS ¡¡ ALEGRÉMONOS !!

AVISOS:
- El Jueves Santo se cerrara la iglesia a las 24:00 horas.

- Habrá confesiones de 08:00 h. a 13:15 h. (mañana y de 17:00 h. a 20:30 h. (tarde)


 

 

Cristo de El Pardo

Cristo de El Pardo

A catorce kilómetros de Madrid, aguas arriba del Manzanares, se encuentra el Real Sitio de El Pardo, rico y llamativo por sus seculares encinas, jaras y pinos. Enrique III, que gustaba mucho de tan bello paisaje, hizo levantar en 1405 la primera casa de campo, en la que acostumbraba pasar largas temporadas.

El Emperador Carlos V sustituyó esa casa por un suntuoso palacio, edificado en 1547 según los planos del arquitecto Luis de Vega. Felipe II continuó con gran entusiasmo las obras de esta regia mansión, donde se encuentran interesantes y valiosas obras de arte. Las firmas de Tiziano, Antonio Moro, Sánchez Coello, Sofonisba de Anguesciola, Lucas de Heere, etc., pueden admirarse en las maravillosas pinturas que adornan sus paredes.

El 13 de marzo de 1604 un incendio destruyó parte del palacio, que Felipe II hizo reconstruir prontamente. Carlos III ordenó su ampliación, la que se llevó a cabo bajo la dirección de Francisco Sabatini en 1772. Y el mismo monarca dispuso más tarde la formación de un pueblo en sus inmediaciones.

CONVENTO DE PP. CAPUCHINOS
A un kilómetro, al oeste del pueblo, en una altura que domina el monte de El Pardo, se levanta el convento de PP. Capuchinos, con su iglesia de reducidas proporciones y, en ella, la capilla del Santísimo Cristo yacente.

Felipe III trajo a este sitio a los Capuchinos. Su primer convento, enteramente provisional, data de 1612. A los dos años, el 21 de noviembre de 1614, se inauguraba el segundo; su iglesita tenía por titular Nuestra Señora de los Angeles. Por fin, en 1638, se ponía la primera piedra del actual, inaugurado el 9 de octubre de 1650, el mismo año en que Francisco Ricci firmaba el grandioso cuadro del altar mayor, que representa a Nuestra Señora de los Angeles, teniendo a su derecha a San Felipe y a su izquierda a San Francisco. Con más de tres siglos de existencia, se ve aún su vetusta fábrica mirando al Guadarrama, rodeada de pintoresca plaza, llena de pinos. Actualmente, junto al convento, funciona el Seminario de Misiones, de los PP. Capuchinos, donde se forman doscientos seminaristas.

Antes de 1836 había en este convento y en la iglesia cerca de quinientos cuadros, gran parte de ellos regalo de los monarcas españoles y en su mayoría de firmas de renombre en la historia de la pintura. Hoy sólo pueden admirarse unos pocos de Ricci, Ribera, Bartolomé González, Lucas Jordán y algunos más. Muy visitada es la capilla de la Divina Pastora, donde se venera una bellísima talla de la Virgen bajo esta advocación franciscana, obra de M. Bellwer, el autor del "Angel Caído" del Retiro madrileño.

LA IMAGEN DEL SANTÍSIMO CRISTO
La joya artística más preciada de la iglesia fue siempre, y continúa siendo, esta imagen, venerada en su grandiosa capilla, de forma octogonal.

Para conmemorar el nacimiento de su primogénito, el Viernes Santo de 1605, encargó Felipe III al famoso escultor vallisoletano Gregorio Hernández una imagen de Cristo yacente. Según tradición, la tercera vez que lo intentó logró el artista su deseo en el remate de la cabeza. De él es esta frase: "El cuerpo lo hice yo, mas la cabeza la hizo el mismo Dios". Lo que no puede negarse es que, de las varias imágenes de Cristo yacente obra de Hernández, ésta es su mejor talla, y de ella destaca la maravillosa cabeza.

Felipe III la tuvo en gran veneración en su palacio de Valladolid y consigo la trajo al de Madrid. En 1615 la donó al convento de Capuchinos de El Pardo, quienes desde un principio le tributaron solemnes cultos en capilla particular. La actual, de nueva planta, data de 1833 y se construyo según proyecto de Isidro Velázquez.

A este apartado rincón de El Pardo han venido a venerarla todos los reyes de España y las más altas personalidades de la Corte, que han sentido hondo fervor ante este Cristo yacente.

Dos veces ha salido la imagen de su capilla: durante la invasión francesa, para ser escondida, y en 1936, para ser llevada a lugar seguro. Así pudo salvarse de la destrucción, suerte que corrieron el altar y la urna. En octubre de 1939 fue de nuevo traída procesionalmente desde Madrid a la propia capilla, y poco después el Jefe del Estado, Generalísimo Franco, costeó personalmente la urna y altar actuales, obra del orfebre madrileño Félix Granda.

Aquí te espera también a ti, devoto peregrino, corazón enamorado de Cristo y de las cosas bellas, esta imagen del Santísimo Cristo de El Pardo.


Y cuando te encuentres ante este hermoso Cristo yacente, en paz y muerte tan puras", salga de tu corazón y de tus labios esta tierna plegaria:

Hoy llego a Ti, peregrino,
en busca de tu perdón.
Con mi andariego bordón
te hallé, al fin, en mi camino.
Al volver tras mi destino,
sólo te pido, Jesús,
que, al irme yo con mi cruz,
dejes contigo encerrado
mi corazón perdonado
antes que expire la luz.

 

V Ciclo de música en las iglesias

V Ciclo de música en las iglesias

Una veintena de conciertos anunciarán la llegada de la Semana Santa a Madrid
Un total de 20 iglesias de la capital serán el escenario de los ciclos Réquiem, Voces para la liturgia y Música para la Pasión, asi como dos nuevos conciertos del V Ciclo de música en las iglesias
El teatro Fernán Gómez también acogerá un programa especial con motivo de la Semana Santa de la mano de la música de Los Sabandeños
La sección de instrumentos de la Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza será la protagonista de la tradicional tamborrada que tendrá lugar el próximo domingo 12 de abril a las 12 horas

Tres grandes ciclos musicales: Réquiem, Voces para la liturgia, y Música para La Pasión, serán los ejes fundamentales en torno a los que se articule la programación diseñada por el Área de Las Artes con motivo de la Semana Santa 2009.

Tres ciclos musicales que contarán con diferentes formaciones de música coral y de cámara que visitarán diversas iglesias de la capital.

Además continuará la programación del ciclo de música en las Iglesias de Madrid, que desde hace cinco años están recorriendo las cantatas de J. S. Bach. La música religiosa visitará el teatro Fernán Gómez con un concierto especial de Los Sabandeños y la plaza Mayor acogerá la tradicional tamborrada el próximo domingo 12 de abril.

Réquiem

Un total de cinco conciertos configura el ciclo Réquiem, que inaugurará la formación Nao D´Amores, el próximo lunes 30 de marzo, con el Misterio del Cristo de los Gascones, en la Basílica de San Francisco el Grande. Poulenc, Fauré, o Tomás Luis de Victoria serán algunos de los compositores con presencia en este ciclo. Precisamente Tomás Luis de Victoria será el protagonista del concierto de clausura del ciclo Réquiem, en el que La Grande Chapelle ofrecerá la Misa ascendens Christus in altum del compositor abulense. Además el Coro Gaudeamus ofrecerá un recorrido por la música sacra desde el Renacimiento al Romanticismo, pasando por el Barroco y el Clasicismo.

Voces para la liturgia

Siete conciertos compondrán la presente edición del ciclo Voces para la liturgia. Entre ellos cabe destacar el recital del grupo Emsemble vocal Thesavrvs, que el próximo 1 de abril inaugurará este ciclo con un interesante programa en torno a la música medieval, con piezas de los siglos XII al XIV. Además el canto gregroriano también tendrá su espacio en este ciclo con un concierto de la Escuela Gregoriana de Madrid que dirige un gran experto en esta música, como es Francesco Ercolani. El grupo Zarabanda, por su parte, ofrecerá un programa doble que contará con obras de Haendel y Corelli

Música para la Pasión

El ciclo Música para La Pasión está formado por un total de siete conciertos que darán comienzo el próximo lunes 30 de marzo con el recital de la Coral Polifónica del ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid.

El coro Francesc Poulenc celebrará el segundo centenario de Mendelsshon, con un concierto en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Además el cuarteto Assai se ha inspirado en la elección del programa de este año en otro aniversario, en este caso el de Haydn con Las siete palabras de Cristo, del compositor austriaco.

V Ciclo de música en las iglesias

Como ya viene siendo habitual desde los últimos 5 años, el ciclo de música en las iglesias continúa con su repaso en torno a las cantatas de J. S. Bach. En este caso, los próximos 4 y 5 de abril, la Orquesta y Coro de la Capilla Real de Madrid interpretará en la Iglesia del Espíritu Santo las cantatas: BWV 6 Bleid bei uns, dem es will Abned werden y BWV 116 Du Friedefürst, Herr Jesu Christ. Un programa que completará además el motete Jesu, meine Freude, BWV 227.

Por su parte, completará la oferta musical para la semana Santa los dos conciertos de Los Sabandeños que acogerá el Teatro Fernán Gómez los próximos 11 y 12 de abril. Así como la tradicional tamborrada que el próximo domingo 12 de abril contará con la intervención de la Sección de instrumentos de la Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza

Semana Santa

Semana Santa

Durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén.

El tiempo de Cuaresma continúa hasta el jueves. A partir de la misa vespertina, "en la Cena del Señor", comienza el Triduo Pascual, que continúa durante el Viernes y el Sábado Santo, y tiene su centro en la Vigilia Pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión. La relación entre los dos aspectos del Misterio Pascual se ha de evidenciar en la celebración y en la catequesis del día.

La entrada del Señor en Jerusalén, ya desde antiguo, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso "Hosanna".

Para la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, además de la procesión solemne que se acaba de describir, el Misal ofrece otras dos posibilidades, no para fomentar la comodidad y la facilidad, sino en previsión de las dificultades que puedan impedir la organización de una procesión.

La segunda forma de la conmemoración es una entrada solemne, que tiene lugar cuando no puede hacerse la procesión fuera de la iglesia. La tercera forma es la entrada sencilla, que ha de hacerse en todas las misas de este domingo en las que no ha tenido lugar la entrada solemne.

MISA CRISMAL

La Misa Crismal, en la cual el Obispo que concelebra con su presbiterio consagra el Santo Crisma y bendice los demás óleos, es una manifestación de la comunión existente entre el Obispo y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo. Para esta Misa ha de convocarse a los presbíteros de las diversas partes de la diócesis para concelebrar con el Obispo, y han de ser testigos y cooperadores en la consagración del Crisma, del mismo modo que en el ministerio cotidiano son sus colaboradores y consejeros. Conviene que se invite encarecidamente también a los fieles a participar en esta Misa, y que en ella reciban el sacramento de la Eucaristía.

CELEBRACIÓN PENITENCIAL DE FINAL DE LA CUARESMA

Es muy conveniente que el tiempo de la Cuaresma termine, tanto para cada uno de los fieles como para toda la comunidad cristiana, con alguna celebración penitencial que prepare a una más plena participación en el Misterio Pascual.

 

DEL TRIDUO PASCUAL EN GENERAL

La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la misa vespertina del Jueves Santo "en la Cena del Señor" hasta las Vísperas del domingo de Resurrección. Este período de tiempo se denomina justamente el "triduo del crucificado, sepultado y resucitado"; se llama también "Triduo Pascual" porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre. En esta celebración del misterio, por medio de los signos litúrgicos y sacramentales, la Iglesia se une en íntima comunión con Cristo, su Esposo. 

LA MISA VESPERTINA DEL JUEVES SANTO "EN LA CENA DEL SEÑOR"

"Con la misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella última Cena en la cuál el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los Apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen."

Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraternal.

Para la reserva del Santísimo Sacramento prepárese un altar o una capilla, convenientemente adornada, que invite a la oración y a la meditación; se recomienda no perder de vista la sobriedad y la austeridad que corresponden a la liturgia de estos días.

Cuando el Sagrario está habitualmente colocado en una capilla separada de la nave central, conviene que se disponga allí el lugar de la reserva y de la adoración.

El lavatorio de los pies, que, según la tradición, se hace en este día, significa el servicio y el amor de Cristo, que "no ha venido para que le sirvan, sino para servir". Conviene que esta tradición se mantenga y se explique según su propio significado.

Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne, después de la misa "en la Cena del Señor". En esta ocasión es oportuno leer una parte del Evangelio según san Juan (capítulos 13-17).

Pasada la medianoche, la adoración debe hacerse sin solemnidad, dado que ha comenzado ya el día de la Pasión del Señor.

VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR 

En este día, en que "ha sido inmolada nuestra víctima Pascual: Cristo", la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo.

El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia por medio de la abstinencia y el ayuno.

La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca de las tres (15 horas). Por razones pastorales, puede elegirse otra hora más conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente: por ejemplo, desde el mediodía hasta el atardecer, pero nunca después de las nueve de la noche (21 horas).

DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURECCIÓN DEL SEÑOR

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA

"Toda la celebración de la Vigilia Pascual debe hacerse durante la noche. Por ello, no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tardía que concluya después del alba del domingo." Esta regla ha de ser interpretada estrictamente. Cualquier abuso o costumbre contraria que poco a poco se haya introducido, y que suponga la celebración de la Vigilia Pascual a la hora en que habitualmente se celebran las misas vespertinas antes de los domingos, ha de corregirse.

Las razones presentadas a veces para justificar la anticipación de la Vigilia Pascual, por ejemplo, la inseguridad pública, no se tienen en cuenta en el caso de la noche de Navidad o de reuniones de otro género.

La celebración de la Vigilia Pascual se desarrolla de la siguiente manera: después del Lucernario o del Pregón Pascual (que es la primera parte de la Vigilia), la Santa Iglesia contempla las maravillas que el Señor Dios realizó desde el principio en favor de su pueblo (segunda parte o liturgia de la palabra), hasta que, acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa preparada por el Señor para la Iglesia, memorial de su Muerte y Resurrección, en espera de su nueva venida (cuarta parte ).

En el modo de anunciar la celebración de la Vigilia Pascual, evítese presentarla como el último acto del "Sábado Santo". Dígase, más bien, que la Vigilia Pascual se celebra "en la noche de la Pascua", y precisamente como una celebración unitaria. Se recomienda encarecidamente a los pastores que en la formación de los fieles insistan en la conveniencia de participar en toda la Vigilia Pascual.

EL DÍA DE PASCUA

La misa del día de Pascua se debe celebrar con la máxima solemnidad. En lugar del acto penitencial, es muy conveniente hacer la aspersión con el agua bendecida durante la celebración de la Vigilia; durante la aspersión se puede cantar la antífona Vidi aquam u otro canto de índole bautismal. Con la misma agua bendecida conviene llenar los recipientes (pilas) que se hallan a la entrada de la iglesia.

LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA

En la Semana Santa hacemos memoria del Misterio Pascual del Señor que se celebra sacramentalmente en el templo, se vive en el corazón y se manifiesta en la calle.

Las salidas procesionales y estaciones de penitencia que nacen de la liturgia y a ella deben conducir, pueden llegar a ser, si se hacen con devoción y dignidad cristiana, valiosas catequesis plásticas en sus recorridos por las calles. Son una predicación del Misterio Pascual, esto es, de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se puede afirmar que son fe que se hace cultura, expresión estética de un corazón creyente, fe que se hace sentimiento, sentimiento que lleva a la fe.

En las procesiones se contemplan las páginas evangélicas hechas carne de madera viviente por los imagineros, y hacen vivir el Evangelio a aquellos que las contemplan con verdadero espíritu de fe