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Blog Jesús Nazareno de Medinaceli

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Navidad

Navidad


ORIGEN DE LA PALABRA

 

La palabra para Navidad en el antiguo inglés tardío es Cristes Maesse, la Misa de Cristo, hallada por primera vez en 1038, yCristes-messe en 1131. En holandés se dice Kerst-misse, en latín Dies Natalis, de donde se deriva la palabra francesa Noël, e Il natale en italiano; en alemán Weihnachtsfest, de previo a la Sagrada Vigilia. El término Yule (Navidad) es de origen incierto. El nombre en anglosajón era geol, fiesta: geola, nombre de un mes (cf. el islandés iol, una fiesta en diciembre).

CELEBRACIONES TEMPRANAS

 

La Navidad no figuraba entre las primeras fiestas celebradas antiguamente por la IglesiaIreneo y Tertuliano la omiten en su lista de fiestas; Orígenes, teniendo en cuenta quizá la deshonrosa Natalitia imperial, afirma (Hom. VIII sobre el Lev. en Migne, P.G., XII, 495) que, en la Sagrada Escritura sólo los pecadores, nunca los santos, celebraban la fecha de su nacimiento; Arnobio (VII, 32 en P.L., V, 1264) incluso ridiculiza el "cumpleaños" de los dioses.

 

Alejandría

 

La primera evidencia sobre esta fiesta la encontramos en Egipto. Aproximadamente en el año 200 A.D., Clemente de Alejandría (Strom., I, XXI en P.G., VIII, 888) dice que ciertos teólogos egipcios "de manera bastante curiosa" indican, no sólo el año, sino también el día del nacimiento de Cristo, colocándolo el 25 de Pachon (20 de mayo), del vigésimo octavo año del reinado de Augusto. [Ideler (Chron., II, 397, N.) piensa que lo hicieron así, creyendo que el noveno mes en el que nació Cristo, era el noveno mes de su calendario]. Otros declaran que la fecha fue el 24 ó 25 de Pharmuthi (19 ó 20 de abril). Clemente, en su obra "De paschæ computus", escrita en el 243 y falsamente atribuida a Cipriano (P.L., IV, 963 ss.), da como fecha del nacimiento de Cristo el 28 de marzo, fecha en la que el sol material se creó. Pero Lupi ha demostrado (Zaccaria, Dissertazioni eec. del p. .A. M. Lupi Faenza, 1785, p. 219) que no existe un mes en el año en el que respetables autoridades no hayan designado como fecha del nacimiento de Cristo. Clemente, sin embargo, nos dice también que los basilianos celebraban la Epifanía, y, probablemente junto con esta fiesta, el Nacimiento de Cristo, el 15 ó 11 de Tybi (10 ó 6 de enero). Esta doble conmemoración se hizo popular, en parte, porque la aparición a los pastores fue considerada una manifestación de la gloria de Cristo, conmemorándosele entre las más importantes solemnidades, y celebrada el día 6 de enero; también, en parte, porque en la manifestación dada en el Bautismo, muchos códices (por ejemplo el Codex Bezæ) erradamente ponen que las Divinas palabras fueron sou ei ho houios mou ho agapetos, ego semeron gegenneka se (Tu eres mi Hijo Amado, yo te he engendrado hoy) en lugar de en soi eudokesa (en quien me complazco), leído en Lucas 3,22.Abrahán Ecchelensis (Labbe, II, 402) cita en las Constituciones de la Iglesia de Alejandría de tiempos de Nicea la frase: dies Nativitatis et Epiphaniæ; Epifanio (Hær., li, ed. Dindorf, 1860, II, 483) cita una sorprendente ceremonia semi-nóstica en Alejandría en la que, en la noche del 5-6 de enero, una extraña cruz con la imagen de Kore estampada en ella, era llevada en procesión alrededor de una cripta, mientras se entonaba el canto: "Hoy, a esta hora, Kore dio a luz al Eterno"; Juan Casiano, en sus "Colaciones" (X, 2 en P.L., XLIX, 820), escrita entre los años 418-427, dice que los monasterios egipcios todavía observan la "antigua costumbre"; pero, Pablo de Emesa, predicó el 29 de Choiak (25 de diciembre) y el 1 de enero del 433 ante Cirilo de Alejandría, y sus sermones (véase Mansi, IV, 293; apéndice del libro de los Hechos. Conc. Eph.) muestran que la celebración de Diciembre estaba firmemente establecida en aquel lugar, y los calendarios demuestran su permanencia. Por ello, la tradición de celebrar esta fiesta en diciembre, llegó a Egipto alrededor de los años 427 y 433.

 

Chipre, Mesopotamia, Armenia, Asia Menor.

 

En Chipre, a finales del cuarto siglo, Epifanio se declara en contra del Alogi (Hær., li, 16, 24 en P.G., XLI, 919, 931) que Cristo nació el 6 de enero y se bautizó el 8 noviembre. Efraín de Siria (cuyos himnos son de Epifanía y no de Navidad), muestra que Mesopotamia todavía celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo trece días después del solsticio de invierno; es decir, el 6 de enero; asimismo, Armenia ignora, y sigue ignorando la celebración de Diciembre. (Cf. Eutimio, "Pan. Dogm.", 23 en P.G., CXXX, 1175; Nicéforo, "Hist. Eccl.", XVIII, 53 in P.G., CXLVII, 440; Isaac, Catholicos de Armenia del siglo once o doce, "Adv. Armenos", I, XII, 5 in P.G., CXXII, 1193; Neale, "Holy Eastern Church", Introd., p. 796). En Capadocia, los sermones de Gregorio de Niza sobre San Basilio (quién murió antes del 1 enero del 379) y sus dos siguientes, predicados en la fiesta de San Esteban (P.G., XLVI, 788; cf, 701, 721), demuestran que en el año 380, el 25 de diciembre ya era ahí celebrado, a menos que, siguiendo los argumentos demasiado ingeniosos de Usener (Religionsgeschichtliche Untersuchungen, Bonn, 1889, 247-250), debemos colocar esos sermones en el año 383. También Asterio de Amaseia (siglo quinto) y Amfiloquio de Iconio (contemporáneo de Basilio y Gregorio) celebraban en sus diócesis ambas fiestas -Epifanía y Natividad- de forma separada (P.G., XL, 337 XXXIX, 36).

 

Jerusalén

 

En el año 385, Silvia de Burdeos (o Eteria, como parece evidente debe ser llamada) quedó profundamente impresionada por las espléndidas fiestas sobre la infancia del Señor Jesús celebradas en Jerusalén. Ellos celebraban la "Natividad"; el Obispo iba de noche a Belén, regresando a Jerusalén para las celebraciones del día. La fiesta de la Presentación se celebraba cuarenta días después. Pero este cálculo empezaba desde el día 6 de enero, y la fiesta duraba hasta la octava de esa fecha. (Peregr. Silv., ed. Geyer, pp. 75 ss.). Nuevamente, (en la pág. 101) ella menciona como muy importantes fiestas, la Pascua y la Epifanía. Como podemos ver, en el 385, el 25 diciembre no era observado en Jerusalén. Este dato verifica las citas dadas por Juan de Nikiu (c. 900), tomadas de las cartas entre Cirilo de Jerusalén (348-386) y el Papa Julio I (337-352), con el propósito de conseguir que en Armenia se celebre la Navidad el día 25 diciembre (véase P.L., VIII, 964 ss.). Cirilo declara que su clero no puede realizar en la misma fecha de la fiesta del Nacimiento y Bautismo, una procesión a Belén y Jordania. (Esta posterior práctica es un anacronismo). Él le pide a Julio que le asigne a la Navidad, su verdadera fecha "tomándola de los documentos del censo traídos por Tito a Roma"; Julio asigna como fecha el 25 de diciembre. Otro documento (Cotelier, Patr. Apost., I, 316, ed. 1724) dice que Julio le escribió a Juvenal de Jerusalén (c. 425-458), informándole que Gregorio Nacianceno, en Constantinopla estaba siendo criticado por "dividir la fiesta en dos". Julio murió en el año 352, y por el 385, Cirilo no había introducido cambio alguno cambio; de hecho, Jerónimo, escribiendo aproximadamente en el 411 (en Ezeq., P.L., XXV, 18), reprocha a Palestina el hecho de celebrar el nacimiento de Jesús (cuando Él se ocultaba) en el día de la fiesta de la Manifestación. Cosme Indicopleustes sugiere (P.G., LXXXVIII, 197) que, incluso a mediados del siglo sexto, Jerusalén se distinguía por combinar las dos conmemoraciones, arguyendo que en Lucas III,23, el día del bautismo de Cristo se realizó el día de Su cumpleaños. Sin embargo, la conmemoración en Jerusalén de David y del Apóstol Santiago se realizaba el día 25 de diciembre, hecho que muestra que esta fiesta no era celebrada en este día. Usener, tomando argumentos del "Laudatio S. Stephani" de Basilio de Seleucia (c. 430. -P.G., LXXXV, 469), piensa que Juvenal intentó introducir esta fiesta, pero que la fama del nombre de Cirilo hizo que la fecha se mantuviera sin variación.

 

Antioquía

 

En Antioquía, durante la fiesta de San Filogonio, Crisóstomo predicó un importante sermón. Esto sucedió, casi con certeza, en el año 386, aunque Clinton da como fecha el 387, y Usener, por una larga reestructuración de los sermones del santo, en el 388 (Religionsgeschichtl. Untersuch., pp. 227-240). Pero, entre febrero del 386, época en la que Flaviano ordenó a Crisóstomo de sacerdote, y diciembre, hay tiempo suficiente para la predicación de todos los sermones en cuestión. (Véase Kellner, Heortologie, Friburgo, 1906, pág. 97, n. 3). En vista a una reacción por algunas fiestas y ritos judíos, Crisóstomo intenta unir Antioquía en la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, ya que parte de la comunidad ya lo venía haciendo desde hacía más o menos diez años. Él declara que en Occidente esta fiesta es celebrada en esa fecha, anothen; esta introducción en Antioquía la cual él siempre buscó, fue opuesta por los conservadores. Esta vez, Crisóstomo tuvo éxito; en una iglesia llena de gente, defendió esta nueva costumbre. No era ninguna novedad; desde Tracia a Cádiz esta fiesta era observada debidamente, ya que su milagrosa difusión demostró su autenticidad. Además, Zacarías, que era sacerdote, entró en el Templo el Día de la Expiación, recibiendo el anuncio de la concepción de Juan, por consiguiente, fue en septiembre; seis meses después, Cristo fue concebido, es decir, en Marzo, naciendo en Diciembre.

Finalmente, aunque no estuvo nunca en Roma, sabía que los documentos del censo sobre la Sagrada Familia, todavía se encontraban ahí. [Esta apelación a los archivos romanos es bastante antigua, desde Justino Mártir (Apol., I, 34, 35) y Tertuliano (Adv. Marc., IV, 7, 19). En las falsificaciones de Cirilino, se dice que Julio calculó la fecha basándose en Josefo, de la misma forma que Crisóstomo se basó en injustificadas suposiciones sobre Zacarías]. Por ello, sabemos que Roma ha observado esta fiesta el 25 de diciembre, bastante tiempo antes del año 388, pues ese es el año en que Crisóstomo decretó el 25 de diciembre como fecha oficial de esta fiesta (P.G., XLVIII, 752, XLIX, 351).

Constantinopla

En el año 379 ó 380, Gregorio Nacianceno se convirtió en exarchos de esta nueva fiesta en Constantinopla, es decir, en iniciador, ciudad en la que después de la muerte de Valente, la ortodoxia renació. Sus tres Homilías (véase Hom. XXXVIII en P.G., XXXVI), fueron predicadas en días sucesivos (Usener, op. cit., pág. 253) en la capilla privada conocida con el nombre de Anastasia. Durante su destierro en el 381, esta fiesta desapareció.

Sin embargo, según Juan de Nikiu, Honorio, cuando estuvo en Constantinopla durante una visita, fijó con Arcadio, la observación de esta fiesta según la fecha romana. Kellner dice que esta visita se realizó en el 395; Baumstark (Oriens Chr., 1902, 441-446) dice que fue entre el 398 y el 402. Este último se basa en una carta de Jacobo de Edesa, citada por Jorge de Beeltân, en la que afirma que la Navidad fue llevada a Constantinopla desde Italia por Arcadio y Crisóstomo, ciudad en la que, "según historias", se había celebrado desde tiempos Apostólicos. El episcopado de Crisóstomo duró desde el año 398 al 402; por consiguiente, la fiesta debe de haber sido introducida entre esas fechas por el Obispo Crisóstomo, así como en Antioquía por El sacerdote Crisóstomo. Pero Lübeck (Hist. Jahrbuch., XXVIII, I, 1907, pp. 109-118) declara que las evidencias de Baumstark son inválidas. Otra declaración, incluso más importante pero poco acreditada, es el argumento de Erbes (Zeitschrift f. Kirchengesch., XXVI, 1905, 20-31), declarando que esta fiesta fue introducida por Constantino en el año 330-35.

Roma

En Roma, la evidencia más antigua la tenemos en el Calendario de Filocalio (P. L., XIII, 675; puede verse en su totalidad en J. Strzygowski, Kalenderbilder des Chron. von Jahre 354, Berlín, 1888), recopilado en el 354, el cual contiene tres importantes datos. En el calendario civil, el 25 de diciembre figura como "Natalis Invicti". En el "Depositio Martyrum", una antigua lista de mártires romanos y universalmente venerados, el día 25 de diciembre dice: "VIII kal. ian. natus Christus in Betleem Iudeæ". También menciona en el "VIII kal. mart." (22 de Febrero) la Cátedra de San Pedro. En la lista de cónsules, encontramos cuatro extraños registros eclesiásticos: los días en que nació y murió Cristo; la llegada a Roma y martirio de San Pedro y San Pablo. Esta significativa entrada dice: "Chr. Cæsare et Paulo sat. XIII. hoc. cons. Dns. ihs. XPC natus est VIII Kal. ian. d. ven. luna XV", es decir, durante el consulado de (Augusto) César y Paulo, nació Nuestro Señor Jesucristo en la octava antes de las calendas de Enero (25 de Diciembre), un día Viernes, el día catorceavo de la luna. Los detalles concuerdan con la tradición y las posibilidades. El epact, aquí XIII, normalmente es XI; el año es A.U.C. 754, una fecha que se creyó primero dos siglos después; ningún año, entre el 751 y el 754 pudo el día 25 de diciembre caer viernes; la tradición es constante en colocar el nacimiento de Cristo un miércoles. Es más, según la fecha dada para la muerte de Cristo (duobus Geminis coss., es decir, el 29 A.D.), Cristo murió a los veintiocho años. Además, estos datos en una lista de cónsules, queda claro que son una interpolación. Pero, ¿no están estos dos datos también en el "Depositio Martyrum"? Aquí encontramos sólo el día del nacimiento de Cristo en la carne, por lo que puede ser que encabece el año de los natalesespirituales de los mártires; pero el 22 febrero está totalmente fuera de lugar. Aquí, como en el fasti consular, fueron, por conveniencia, insertadas algunas fiestas populares. El calendario civil en sí mismo no fue exclusivamente modificado, pues dejó de ser útil después del abandono de las fiestas paganas. Por ello, aun cuando el "Depositio Martyrum" sea, como es probable, del año 336, no queda claro si el calendario contiene evidencias anteriores al propio Filocalio, es decir, al 354, salvo que, en efecto, la pre-existencia de esta celebración popular represente la posibilidad de su reconocimiento oficial. Si el manuscrito Chalki de Hipólito es genuino, tendríamos evidencias sobre esta fiesta de Diciembre desde aproximadamente el 205. El pasaje pertinente [el cual existe en el manuscrito de Chigüí, sin las palabras entre paréntesis, y que siempre a sido citado así antes de Jorge Syncellus (c. 1000)] dice así:

He gar prote parousia tou kyriou hemon he ensarkos [en he gegennetai] en Bethleem, egeneto [pro okto kalandon ianouarion hemera tetradi] Basileuontos Augoustou [tessarakoston kai deuteron etos, apo de Adam] pentakischiliosto kai pentakosiosto etei epathen de triakosto trito [pro okto kalandon aprilion, hemera paraskeun, oktokaidekato etei Tiberiou Kaisaros, hypateuontos Hrouphou kai Hroubellionos. - (Comm. In Dan., iv, 23; Brotke; 19)

"La primera venida de Nuestro Señor en la carne [en la que fue engendrado], en Belén, sucedió [el 25 de diciembre, el cuarto día] durante el reinado de Augusto [el cuadragésimo segundo año, y] en el año 5500 [desde Adán]. Sufrió en Su trigésimo tercer año [el 25 de marzo, en el decimoctavo año de Tiberio César, durante el consulado de Rufo y Rubelio]".

La interpolación es clara, y es un hecho admitido por Funk, Bonwetsch, etc., Los nombres de los cónsules [los cuales debían ser Fufio y Rubelio] están equivocados; Cristo vive treinta y tres años; en el genuino de Hipólito treinta y uno; estos minuciosos datos no tienen nada en común con los del milenarista Severiano; además, es poco creíble que Hipólito conociera estos detalles, cuando sus contemporáneos (Clemente, Tertuliano, etc.) al tratar este tema, lo ignoran o guardan silencio; o, después de haberlo publicado, seguía estando sin dichas anotaciones (Kellner, op. cit., pág. 104, tiene un excursus sobre este pasaje).

San Ambrosio (de virg., III, 1 en P. L., XVI, 219) ha preservado un sermón predicado por el Papa Liberio I en San Pedro, cuando, el día de Natalis Christi, Marcelina, la hermana de Ambrosio, tomó el velo. El pontificado de este Papa fue desde mayo del 352 hasta el 366, exceptuando los años 355-357, época en la que estuvo desterrado. Si Marcelina se hizo monja después de la edad canónica -veinticinco-, y si Ambrosio nació en el año 340, lo más probable es que este hecho ocurriera después del 357. Si bien el sermón abunda en referencias apropiadas para la Epifanía (las bodas de Caná, la multiplicación de los panes, etc.), aparentemente se debe a (Kellner, op. cit., pág. 109) un orden en su pensamiento, y no a que hubiese sido pronunciado el día 6 de enero, una fiesta que sólo fue conocida en Roma bastante después. Sin embargo, Usener defiende (pág. 272) la teoría de que Liberio lo predicó en esa fecha, en el 353, instituyendo la fiesta de la Natividad en diciembre de ese mismo año; pero, Filocalio justifica nuestra suposición que esta fiesta antecedió a su pontificado por algún tiempo, aunque Duchesne lo relega al 243 (Bull. crit., 1890, 3, pp. 41 ss.) algo que no es muy de alabar. En Occidente, el Concilio de Zaragoza (380) ignora aún la fiesta del 25 de diciembre (véase can. XXI, 2). El Papa Siricio, escribiendo en el año 385 (P. L., XII, 1134) a Himerio, en España, distingue las fiestas de Navidad y de Epifanía; pero no queda claro si se está refiriendo a la costumbre romana o española. Ammiano Marcelino (XXI, ii) y Zonaras (Ann., XIII, 11) fechan una visita que hizoJuliano el Apóstata a una iglesia de Vienne, en la Galia, durante la Epifanía y la Natividad, respectivamente. A menos que sean dos visitas, Vienne en el año 361 d. C, combinaba estas fiestas, aunque la fecha exacta es dudosa. Durante la época de Jerónimo y Agustín, la fiesta de Diciembre fue establecida, aunque este último (Epp., II, liv, 12, en P.L., XXXIII, 200) la omite en una lista de fiestas de primera importancia. A partir del cuarto siglo, el calendario de Occidente le asignan a esta fiesta el día 25 de diciembre. En conclusión, en Roma la Navidad se celebraba el día 25 de diciembre desde antes del 354; en Oriente, en Constantinopla, no antes del 379, a menos que sigamos a Erbes y rechacemos a Gregorio, diríamos que fue desde el 330. Por lo tanto, es casi universalmente aceptado que la fecha llegó a Oriente desde Roma, por el Bósforo, durante el reavivamiento anti-arriano, y gracias a los defensores de la ortodoxia. De Santi (L'Orig. delle Fest. Nat., en Civiltæ Cattolica, 1907), siguiendo a Erbes, dice que Roma tomó la fiesta de la Epifanía de Oriente, con un claro sentido Navideño, y, junto con un creciente número de Iglesias Orientales, la celebró el 25 de diciembre; después, Oriente y Occidente dividieron sus fiestas, dejando la Epifanía el 6 de enero, y la Navidad el 25 de diciembre. La primera hipótesis sigue siendo más aceptable.

ORIGEN DE LA FECHA

Los Evangelios

 

Los Evangelios no proporcionan ayuda alguna acerca de la fecha del nacimiento de Cristo; según sus datos, nos encontramos con argumentos contradictorios. Parece imposible que el censo se haya realizado en invierno: toda una población no podría haberse puesto en camino. Por otra parte, sí pudo haberse realizado en invierno; pues sólo durante esta época del año el trabajo en el campo era suspendido. Pero, Roma no era tan considerada. Además, las autoridades difieren acerca de si los pastores solían cuidar sus rebaños y dejarlos pastear durante las noches de la estación de las lluvias.

 

El servicio en el templo de Zacarías

 

Los argumentos que se basan en el ministerio en el templo de Zacarías, no son de fiar, aunque, los cálculos sobre su antigüedad (ver más arriba) han sido reavivados de una manera más complicada, por ejemplo por Friedlieb (Leben J. Christi des Erlösers, Münster, 1887, pág. 312). Se dice que, las veinticuatro clases de sacerdotes judíos servían en el Templo, cada una, durante una semana; Zacarías pertenecía a la octava clase, los Abia. El Templo fue destruido en el año 9 Ab, 70 d. C.; la tradición rabínica tardía dice que la primera clase, los Jojarib, estaban sirviendo entonces. De estos datos poco fiables, asumiendo que Cristo nació el año 79 A.U.C., y que en ningún momento, de esos setenta turbulentos años, la sucesión semanal falló, se calcula que la octava clase sirvió durante la semana del 2 al 9 de octubre del año 748 A.U.C., por lo que se deduce que la concepción de Cristo fue en marzo, y su nacimiento en diciembre. Kellner (op. cit., pp. 106, 107) declara que es muy poco serio calcular la semana que Zacarías estuvo sirviendo en el Templo partiendo de cualquier referencia anterior o posterior.

 

Analogía con las fiestas del Antiguo Testamento

 

Parece imposible poder relacionar la analogía que existe entre la Pascua y Pentecostés judías, con la Pascua y Pentecostés cristianas, con la Navidad y la fiesta de los Tabernáculos, como lo hizo, por ejemplo, Lightfoot (Horæ Hebr, et Talm., II, 32), argumentando desde las profecías del Antiguo Testamento, por ejemplo la de Zacarías 14, 16 ss,; combinando, además, la muerte de Cristo ocurrida en Nisan, con la profecía de Daniel de un ministerio de tres años y medio de duración (9, 27), declara que el nacimiento se realizó en Tisri, -septiembre. Esto es tan poco feliz como relacionar el 25 de diciembre con la fiesta Oriental (Diciembre) de la Dedicación (Jos. Ant. Jud., XII, VII, 6).

 

Natalis Invicti

 

La conocida fiesta solar del Natalis Invicti, celebrada el 25 de diciembre, ejerció una fuerte influencia sobre nuestra fecha Navideña. Para conocer la historia del culto solar, su importancia en el Imperio romano, y su sincretismo con el Mitraísmo, véase la obra de Cumont "Textes et Monuments" etc., I, ii, 4, 6, pág. 355. Mommsen (Corpus Inscriptionum Latinarum, 1², pág., 338), en la que ha recogido datos sobre esta fiesta, la cual llegó a su punto máximo de popularidad bajo Aureliano, el 274. Filippo del Torre, en 1700, advirtió su importancia; habría que subrayar que, como ya se ha dicho, sin la adición en el Calendario de Filocalo. Nos sería imposible aquí, el poder perfilar la historia e idioma del simbolismo solar aplicado a Dios, el Mesías y a Cristo, tanto en los canónicos judíos o cristianos, en la patrística, o obras de devoción. Los himnos y oficios de Navidad abundan en esto; Cumont ha delineado bien los textos (op. cit., addit. Nota C, pág. 355).

El primer texto conocido que une o relaciona el nacimiento de Cristo y el del sol, lo tenemos en Cipriano, "De pasch. Comp"., xix, "O quam præclare providentia ut illo die quo natus est Sol. nasceretur Christus". - "¡Oh, qué maravillosamente actuó la Providencia, que en el día en el que nació el Sol. Cristo debía nacer". -En el siglo cuarto, Crisóstomo, en su obra "del Solst. Et Æquin". (II, pág., 118, ed. 1588), dice: "Sed et dominus noster nascitur mense decembris. VIII KAL. Ian. Sed et Invicti Natalem appelant. Quis utique tam invictus nisi dominus noster?. Vel quod dicant Solis esse natalem, ipse est Sol iustitiæ". - "No obstante, Nuestro Señor, también nace en el mes de diciembre. en la octava antes de las calendas de enero [25 diciembre]., Pero ellos lo llaman el "Nacimiento del Invencible". ¿Quién hay que sea tan invencible como Nuestro Señor.? O, si ellos dicen que es el día del nacimiento del Sol, Él es el Sol de Justicia". Ya Tertuliano (Apol., 16; cf. Ad. Nat., I, 13; Orig. c. Cels., VIII, 67, etc.) tuvo que afirmar que el Sol no era el Dios de los cristianos; Agustín (Tract. XXXIV, in Joan. En P. L., XXXV, 1652) denuncia la identificación herética entre Cristo y el Sol. El Papa León I (Serm. XXXVII in nat. dom., VII, 4; XXII, II, 6 en P. L., LIV, 218 y 198) reprocha duramente los remanentes del culto solar -los cristianos, en la misma puerta de la basílica de los Apóstoles, se voltean para adorar al naciente sol. El culto al sol ha legado rasgos en el culto popular moderno en Armenia, en donde los cristianos dieron en la antigüedad, de manera temporal y externa, culto al sol material (Cumont, op. cit., pág. 356).

Debemos considerar aquí, que incluso al "bautizar" de manera deliberada y legítima una fiesta pagana, no tuvo otro significado que el de la necesidad de transferir la supuesta fecha. El "nacimiento en la montaña" de Mitra y el de Cristo en una "gruta" no tienen nada en común: la adoración de Mitra por los pastores (Cumont, op. cit., I, II, 4, pág., 304 ss.) fue tomada prestada de las fuentes cristianas, y no viceversa.

 

Otras teorías de origen pagano

 

El origen de la Navidad no debe buscarse en los Saturnales (1-23 de diciembre), ni tampoco en el santo nacimiento a media noche de Eleusis (véase J.E. Harrison, Prolegom., pág. 549) con su probable conexión a través de Frigia, con los herejes nasenos, o con la ceremonia alejandrina citada anteriormente; ni tampoco con los ritos análogos al culto del solsticio de invierno en Delphi, cuna de Dionisio, con su revocación desde el mar a un nuevo nacimiento (Harrison, op. cit., 402 ss.).

 

La teoría astronómica

 

Duchesne (Les origines du culte chrétien, París, 1902, 262 ss.) nos presenta la teoría "astronómica", en la que, tomando el día 25 de marzo como el de la muerte de Cristo [históricamente imposible, pero tan antigua como Tertuliano (Adv. Jud., 8)], el instinto popular, el cual quiere conocer con exactitud el número de años de una vida Divina, pone Su concepción en esa misma fecha, siendo Su nacimiento el 25 de diciembre. Esta teoría se apoya en el hecho que algunos montanistas(Sozomeno, Hist. Eccl., VII, 18) celebraban la Pascua el 6 de abril; así, tanto el 25 de diciembre y el 6 de enero son simultáneamente explicados. Es más, el cálculo sigue en su totalidad los argumentos basados en el número y en la "conveniencia" de la astronomía, en aquella época muy popular. Desgraciadamente, no existe evidencia contemporánea alguna sobre la celebración en el siglo cuarto de la Concepción de Cristo, en el día 25 de marzo.

 

Conclusión

 

El presente escritor se inclina a pensar que, estando el origen de esta fiesta en Oriente o Occidente, y a pesar de la abundancia de fiestas análogas celebrando el solsticio de invierno, éstas pueden haber ayudado, aunque de manera imprecisa, en la elección de la fecha de diciembre, de la misma manera que cuando se fijó la fecha del Natalis Invicti en el solsticio de invierno, aparte de la adaptación deliberada o de curiosos cálculos, para fijar en ese mismo día la fiesta cristiana.

LITURGIA Y COSTUMBRES

 

El calendario

 

Al fijare esta fecha, quedaron también fijadas la de la Circuncisión y de la Presentación; la de la Expectación y, quizás, la de la Anunciación de la Santísima Virgen María; también la del Nacimiento y Concepción del Bautista (cf. Thurston en Amer. Eccl. Rev., Diciembre, 1898). Hasta el siglo décimo la Navidad era considerada, en los documentos pontificios, el inicio del año eclesiástico, como se sigue haciendo en las Bulas; Bonifacio VIII (1294-1303) restauró temporalmente esta costumbre, la cual Alemania sostuvo durante algún tiempo más.

 

Las celebraciones populares

 

El códice Theod., II, 8, 27 (cf. XV, 5,5) prohíbe, en el año 425, los juegos del circo durante el 25 de diciembre; aunque no fue hasta el Códice de Justino III, 12, 6 (529) que esta prohibición fue realmente impuesta. El Segundo Concilio de Tours (can. XI, XVII), en el año 566 ó 567, proclama la santidad de los "doce días" desde la Navidad hasta la Epifanía, y el deber de ayunar durante el Adviento; el de Agde (506), en los cánones 63-64, decreta una comunión universal, y el de Braga (563) prohíbe el ayuno durante el Día de Navidad. Pero, las celebraciones populares navideñas aumentaron tanto, que en 1110 se dieron las llamadas "Leyes del Rey Cnut", decretando un ayuno desde Navidad hasta Epifanía.

 

Las tres Misas

 

Las tres misas que señalan para esta fecha el Misal de Gelasio y el Gregoriano, y éstas con un martirologio especial y sublime, y con la dispensa, si fuera necesaria, de la abstinencia, todavía hoy son guardadas. Si bien Roma señala sólo tres Misas para la Navidad, Ildefonso, un Obispo español, en el 845, alude a una triple Misa en Navidad, Pascua, Pentecostés, y la Transfiguración (P.L., CVI, 888). Estas Misas, de medianoche, al alba, e in die, están místicamente relacionadas con la distribución judía y cristiana, o (como lo dice Santo Tomás, Summa Theol., III:83:2) al triple "nacimiento" de Cristo: en la Eternidad, en el Tiempo, y en el Alma. Los colores litúrgicos variaban: negro, blanco, rojo, o (por ejemplo en Narbona) se usaba el rojo, blanco, y violeta (Durand, Rat. Div. Off., VI, 13). El Gloria era sólo entonado al principio de la primera Misa de ese día.

El origen histórico de esta triple Misa, probablemente fue de la siguiente manera (cf. Thurston, en Amer. Eccl. Rev., Enero, 1899; Grisar, Anal. Rom., I, 595; Geschichte Roms. im mittelalter I, 607, 397; CIV. Catt., 21 septiembre de 1895, etc.): La primera Misa era celebrada en el Oratorium Præsepis en Santa María La Mayor -una iglesia probablemente asimilada desde el principio a la basílica de Belén- y la tercera en San Pedro, reprodujeron en Roma el doble Oficio de Navidad mencionado por Eteria (véase lo anteriormente dicho) en Belén y Jerusalén. La segunda Misa era celebraba por el Papa en la "capilla real" del Palatino, para los miembros de la corte bizantina, es decir, la capilla de Santa Anastasia, como fue originalmente llamada, al igual que la basílica en Constantinopla, Anastasis, y como ella, fue construida para reproducir la basílica del mismo nombre de Jerusalén -y como ella también, finalmente abandonó el nombre de "Anastasis", por el de la mártir Santa Anastasia. La segunda Misa fue, por consiguiente, una deferencia que el Papa hacia a la iglesia imperial en su fiesta patronal. Las tres lugares se mantuvieron así, pues, por el año 1143 (cf. Ord. Romani en P. L., LXXVIII, 1032) el Papa dejó de oficiar la tercera Misa en el distante San Pedro, y la empezó a decir en el altar mayor de Santa María La Mayor. En esta tercera Misa, León II inauguró, en el año 800, por medio de la coronación de Carlomagno, el Sacro imperio romano. Este día se convirtió en el favorito para las ceremonias de la corte, y en él, por ejemplo, Guillermo de Normandía fue coronado en Westminster.

 

Las representaciones dramáticas

 

La historia de la dedicación del Oratorium Præsepis en la basílica de Liberio, de las reliquias allí guardadas y sus imitaciones, no pertenecen a esta disertación [cf. Crib; Relics. Los datos están bien dados por Bonaccorsi (Il Natale, Roma, 1903, ch. IV)], pero la práctica de dar una expresión dramática, o por lo menos espectacular, a los hechos de la Navidad, fueron lo que, de alguna manera, dieron origen a los misterios litúrgicos. Por ejemplo, el ordinaria de Ruán y el de Reims, colocan el officium pastorum inmediatamente después del Te Deum y antes de la Misa (cf. Ducange, Gloss. med. et inf. Lat., s.v. Pastores); posteriormente, la Iglesia celebró un segundo misterio "profético" después de Tierce, en la que la Vigilia y la Sibila se unían con los profetas del Antiguo Testamento para honrar a Cristo. (Para más detalles sobre Vigilias y obras sobre la Navidad y profecías, ver la obra de Comparetti, "Virgil in Middle Ages", pág. 310 ss.). La obra "To out-herod Herod", es decir sobreactuar, muestra la violencia de Herodes.

 

Los pesebres, Belenes o Nacimientos

 

San Francisco de Asís en el año 1223 dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos, popularizando entre los laicos una costumbre que hasta ese momento era del clero, haciéndola extra-litúrgica y popular. La presencia del buey y del burro se debe a una errónea interpretación de Isaías 1, 3 y de Habacuc 3, 2 (versión "Itala"), aunque aparecen en el magnífico "Pesebre" del siglo cuarto, descubierto en las catacumbas de San Sebastián en el año 1877. El burro en el que Balaam montó, en el misterio de Reims, hizo que la fiesta recibiera el nombre de Festum Asinorum (Ducange, op. cit., s.v. Festum).

 

Los himnos y villancicos

 

La degeneración de las obras dramáticas ocasionó la difusión de villancicos y pastorales, a los cuales se les a otorgado en ocasiones, una posición cuasi-litúrgica. Prudencio, en el siglo cuarto, es el primero (y único en su siglo) en escribir himnos para la Navidad, pues los himnos "Vox clara" (himno para Laudes en Adviento) y "Christe Redemptor" (Vísperas y Maitines de Navidad) no pueden ser asignados a Ambrosio. Sin embargo, el himno "A solis ortu", pertenece a Sedulio (siglo quinto). Los primeros Weihnachtslieder alemanes datan de los siglos undécimo y duodécimo; los primeros villancicos conocidos datan del siglo undécimo, y del siglo decimotercero. El famoso "Stabat Mater Speciosa" es atribuido a Jacopone Todi (1230-1306); "Adeste Fideles" data del siglo decimoséptimo. Pero, éstos aires populares, e incluso palabras, deben de haber existido desde mucho tiempo antes de que fueran puesto por escrito.

Adviento

En la reflexión que precede al Ángelus dominical, Benedicto XVI habló del Adviento, que abre el año litúrgico. En Adviento, “se despierta en los corazones la espera del regreso de Cristo y la memoria de su primera venida, cuando se despojó de su gloria divina para asumir nuestra carne mortal”. 

El Papa citó el Evangelio de hoy en que Jesús invita a los discípulos a “velar”, subrayando que se trata de “un llamamiento saludable para recordarnos que la vida no tiene sólo una dimensión terrena, sino que está proyectada a un ‘más allá’”. 

“También Isaías, el profeta del Adviento, nos lleva a reflexionar con una plegaria que dirige a Dios en nombre de su pueblo”, prosiguió el pontífice. “Reconociendo los errores de su gente, en cierto momento dice: “No hay quien invoque tu Nombre, quien se levante para serte fiel, pues nos has escondido tu rostro y nos has dejado a merced de nuestras iniquidades” ¿Cómo no conmoverse ante esta descripción? Parece reflejar algunos panoramas del mundo post-moderno: las ciudades en que la vida se vuelve anónima y horizontal, en donde Dios parece ausente y el hombre es el único patrón, como si fuera el artífice y el director de todo: las construcciones, el trabajo, la economía, los transportes, las ciencias, la técnica, todo parece depender sólo del hombre. Y a veces, en este mundo que resulta casi perfecto, suceden cosas tremendas, tanto en la naturaleza, como en la sociedad, ante las cuales pensamos que Dios se ha retirado, abandonándonos a nosotros mismos”. 

“En realidad, el verdadero “patrón” del mundo no es el hombre, sino Dios. El Evangelio dice: ‘Velad, porque no sabéis a que hora volverá el señor de la casa, si por la tarde o a medianoche, al canto del gallo o de madrugada. No sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos’. El tiempo de Adviento viene cada año para recordarnos esto, para que nuestra vida encuentre nuevamente la orientación justa hacia el rostro de Dios. El rostro no de un ‘patrón’, sino de un Padre y de un amigo”, concluyó Benedicto XVI. 

Después de la oración mariana, el Papa recordó que mañana se abre en Durban (Sudáfrica), el congreso de la ONU sobre el cambio climático y el Protocolo de Kyoto. “Espero que todos los miembros de la comunidad internacional den una respuesta responsable, creíble y solidaria a este fenómeno, complejo y preocupante, teniendo en cuenta las exigencias de las poblaciones más pobres y de las generaciones futuras”, dijo.

Actos festividad de la Almudena

Actos festividad de la Almudena

Existen varias tradiciones acerca del origen del nombre y la imagen. La primera cuenta que en el 712, antes de una supuesta toma de Madrid por los árabes, los habitantes de la villa tapiaron una imagen de la Virgen María en los muros de la muralla, para esconderla de los musulmanes. Con la reconquista de la ciudad en el siglo XI por el rey Alfonso VI, se propusieron encontrar la imagen oculta. Después de días de plegarias, y mientras una procesión pasaba por la Cuesta de la Vega, el fragmento de muralla donde se encontraba cayó derruido, mostrando la imagen, que permanecía intacta y con las dos velas con las que había sido tapiada aún encendidas a pesar de los siglos transcurridos.

Otra tradición cuenta que al héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, se le habría aparecido la Virgen, pidiéndole que tomase la fortaleza de Mayrīt (مجريط). Al acercarse El Cid y sus acompañantes a la villa, se habría desprendido el fragmento de muralla donde se hallaba la figura, y así habrían podido entrar y tomar la ciudad.

Estas leyendas tienen poca relación con la historia dado que la ciudad de Madrid, con sus murallas, no fue fundada hasta mediados del siglo IX por el emir cordobés Mohamed I, y no existe evidencia aqueológica ni documental alguna que permita suponer la existencia de una población anterior. Por otro lado, tampoco existen evidencias de que los crstianos tomaran Madrid por la fuerza, sino que la ciudad pudo haberse entregado con el conjunto del reino taifa de Toledo.

Parece más probable por tanto que la imagen primitiva fuese tallada en la Baja Edad Media, durante la repoblación cristiana de la ciudad, para ser colocada en el altar de la antigua mezquita mayor, ahora reconvertida en iglesia mayor de la ciudad (antigua iglesia de Santa María de la Almudena). En aquella época era muy común la titulación de los principales templos cristianos con advocaciones genéricas de la Virgen, Cristo y los santos, por lo que aquella iglesia se llamaría de Santa María. Probablemente, para diferenciarla de otras iglesias que fueron surgiendo en los arrabales de la primitiva ciudad islámica, se conocería al templo como Santa María de la Almudena, porque en árabe Al-mudayna quiere decir "la ciudadela", por estar encerrada en el primer perímetro amurallado de origen árabe, que a modo de ciudadela, quedaba encerrado en la muralla cristiana posterior. Es decir, se le pondría este nombre para distinguirla de las demás iglesias madrileñas, con la connotación de ser, por así decirlo, Santa María del recinto amurallado de la ciudad.

Siglos más tarde, surgiría la leyenda para explicar el origen de la talla mariana, cuya antigüedad era inmemorial para los madrileños y nadie tendría ya noticia de cuándo fue tallada. En una sociedad supersticiosa, profundamente religiosa y dada a dar pábulo a cualquier leyenda, fue fácil encajar este mito. No se trata de una leyenda aislada, de hecho es muy común en toda España, para explicar las devociones de muchos santuarios e iglesias, que se pretendían retrotraer a antes de la conquista musulmana. Lo cierto es que es poco probable que alguna de esas leyendas sea cierta, ya que los musulmanes respetaron las iglesias cristianas y permitieron a los mozárabes -cristianos bajo su dominio- seguir practicando su religión. Es en el siglo XII cuando los almorávides y los almohades, al invadir Al-Andalus, imponen en los territorios conquistados una férrea religiosidad, lo que motivó la conversión de muchos mozárabes y judíos, o su huida a otros lugares, y la ocultación de sus imágenes, pinturas y esculturas. En Andalucía y Levante sí que pudo tener cierta base real alguna de estas leyendas, que más tarde se extendieron por toda España para justificar la importancia de las vírgenes y santos que se veneraban en multitud de pueblos y ciudades. Son siempre vírgenes halladas en cuevas y sitios lúgubres, y frecuentemente la inventiva popular las coloca encontradas con velas encendidas.1

La imagen actual, que data de los siglos XV-XVI, ha sido venerada en diversos templos madrileños: primero, en la iglesia de Santa María, destruida; posteriormente, en la Colegiata de san Isidro, y actualmente preside un retablo gótico en el crucero de la Catedral de Madrid, que lleva su nombre.

 

P r o g r a m a   d e   A c t o s

Rezo del Santo Rosario a las 18:30 horas. Celebración de la Eucaristía con rezo de Vísperas en honor de nuestra Patrona los tres días a las 19 horas. Estamos todos invitados y especialmente las tres Congregaciones siguientes que al finalizar la Eucaristía harán su ofrenda floral a la Virgen de la Almudena en su altar.Viernes 5Real, M.I. y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid.Celebración de la Eucaristía a cargo del Ilmo, Sr. D. Javier Romera Martínez, Vicario General de la Diócesis de Getafe.Sábado 6Corte de Honor de Santa María la Real de la Almudena.Celebración de la Eucaristía a cargo del Ilmo. Sr. D. Florentino Rueda Recuero, VicarioGeneral de la Diócesis de Alcalá de HenaresDomingo 7Real Esclavitud y Santo Rosario Cantado de Santa María la Real de la Almudena.Celebración de la Eucaristía a cargo del Ilmo. y Rvdmo. Mons. D. Joaquín IniestaCalvo-Zatarain, Vicario General de la Archidiócesis de Madrid.Triduo en honor de nuestra Patrona, Santa María la Real de la Almudena en la Santa Iglesia Catedral los días 5, 6 y 7 de NoviembreFestividad de Santa María  la Real de la Almudena8 de NoviembreVigilia para todos los jóvenesPresidida por el Sr. Cardenal-Arzobispo.A las 20:30 horas en la Catedral de la Almudena.9 de NoviembreCelebración de la EucaristíaA las 11 horas en la Plaza Mayor.Preside: Sr. Cardenal-Arzobispo.En esta Eucaristía, el Sr. Alcalde de Madrid renovará el Voto de la Villa.ProcesiónTerminada la celebración eucarística comenzará la Procesión por las calles de Madrid.Itinerario: Calles de la Sal, Postas, Esparteros, Mayor,Puerta del Sol, Travesía de Arenal, Mayor, Bailén,Plaza de la Almudena.8 y 9 de NoviembreOfrenda floralSe realizará en la Plaza de la Almudena.8 de Noviembre. Los alumnos de los colegios y las familias madrileñas harán su Ofrenda a lo largo de todo el día. 9 de Noviembre. Continuará la Ofrenda de 9 a 21 horas, para todos los que deseen ofrecer sus flores a la Virgen de la Almudena.8 de Noviembre a las 17 h. Concierto en honor a la Virgen, en la Catedral de la Almudena a 

La Jornada Mundial de la Juventud

La Jornada Mundial de la Juventud

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un evento religioso y cultural de grandes magnitudes, que reúne cada tres años a jóvenes de todo el mundo durante una semana para reflexionar sobre el mensaje de Cristo. Es, según la JMJ, el evento más internacional y multitudinario que organiza la Iglesia Católica en el mundo. La pasada jornada se celebró en Australia, donde fue anunciada la próxima cita: será en Madrid del 16 al 21 de agosto de 2011.

El lema de esta JMJ es "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" y estará presidida, como cada tres años, por Su Santidad el Papa, que llegará a la ciudad el día 18. Según las previsiones de la JMJ Madrid 2011, se calcula que acudirán al acto entre 1.500.000 y 2.500.000 jóvenes de todo el mundo. Entretanto, los propios feligreses irán organizando decenas de actos preparativos, como misas, conciertos o encuentros religiosos y sociales. El programa de la JMJ, con horarios aún provisionales, es el siguiente:

  • 11 - 15 DE AGOSTO: el día 11 tendrá lugar la llegada de los participantes de los Días en las Diócesis, a lo largo de todo el territorio español. Entre los días 12 y 14 se sucederán las actividades preparadas por las diferentes diócesis y el día 15, Asunción de la Virgen María, los Obispos de las diócesis españolas celebrarán la misa de envío hacia Madrid 2011 para los jóvenes y peregrinos, mientras que por la tarde comenzará la recepción de todos ellos en Madrid.
  • MARTES 16: tras la llegada a Madrid a partir de las 8:00 h., a las 20:00 se celebrará la misa de inauguración de la JMJ, presidida por el Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, y concelebrada por los obispos y sacerdotes participantes en la JMJ, en la plaza de Cibeles.  A las 21:00 h. (hora provisional) comenzará el Festival de la Juventud con un programa de conciertos y actividades culturales aún por determinar.
  • MIÉRCOLES 17: a las 10:00 h., catequesis con obispos venidos de todo el mundo, que se realizarán en iglesias, colegios, auditorios y polideportivos. A las 21:00 h. (hora provisional) continuará el Festival de la Juventud.
  • JUEVES 18: a las 10:00 h., como el día anterior, catequesis con obispos llegados de todo el mundo. La llegada del Santo Padre al aeropuerto de Barajas está prevista a las 12:00 h. Allí tendrá lugar el encuentro con los periodistas y una ceremonia de bienvenida en el Pabellón de Estado. A las 12:40 h. se realizará el recorrido de entrada a Madrid en el Papamóvil hasta su llegada a la Nunciatura, embajada de la Santa Sede en Madrid. Por la tarde, A las 19:30 h. se celebrará el acto de bienvenida de los jóvenes al Santo Padre. En primer lugar, en la Plaza de la Independencia,  Benedicto XVI recibirá las llaves de la ciudad de manos del alcalde, para a continuación cruzar la Puerta de Alcalá acompañado de 50 jóvenes de los cinco continentes en un acto simbólico que escenificará su entrada en Madrid. Tras esto, presenciará un espectáculo de caballos andaluces. Más tarde, se trasladará en el Papamóvil hasta la Plaza de Cibeles, donde asistirá a una acogida popular de carácter festivo, seguida por el Festival de la Juventud.
  • VIERNES 19: desde las 10:00 h. continuarán las catequesis con obispos venidos de todo el mundo. El Santo Padre se dirigirá al Monasterio de El Escorial (en San Lorenzo de El Escorial, en la sierra madrileña) para reunirse, a partir de las 11:30 h., con jóvenes religiosas en el Patio de los Reyes y posteriormente con cerca de 1.000 profesores universitarios jóvenes en la Basílica. A las 19:30 h., comenzará el Vía Crucis en la Plaza de Cibeles, con 15 pasos de gran valor artístico y devocional de la Semana Santa española procedentes de diferentes ciudades del país. Recorrerá el paseo de Recoletos y terminará en la plaza de Colón. Por la noche continuará el Festival de la Juventud.
  • SÁBADO 20: a las 10:00 h. el Santo Padre oficiará una misa para seminaristas en la catedral de la Almudena. Por la tarde, a las 16:00 h., tendrá lugar el acto preparatorio en Cuatro Vientos, a 8 km del centro de Madrid (L10 de metro) y que estará abierto desde las 12:00 de la mañana, donde los jóvenes irán tomando sus puestos mientras se suceden conciertos, plegarias a la Virgen y otras actividades. A las 19:40 h. el Papa visitará la cercana Fundación Instituto San José, centro de atención a personas con discapacidad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y a las 20:30 h. comenzará la vigilia con los jóvenes en el aeródromo de Cuatro Vientos. A las 23:00 h., se iniciará la noche en Cuatro Vientos, donde los participantes podrán adorar al Santísimo Sacramento en alguna de las 17 carpas habilitadas para la ocasión.
  • DOMINGO 21: a las 9:00 h. llegará el Santo Padre a Cuatro Vientos y realizará un recorrido en Papamóvil por la zona y, a las 9:30 h., dará comienzo la misa de clausura de la JMJ, también en el aeródromo de Cuatro Vientos. En el ángelus que sigue a la misa se anunciará oficialmente el lugar y la fecha de la siguiente JMJ. Por la tarde, a las 17:30 h., el Santo Padre se reunirá con los voluntarios de la JMJ en el recinto ferial de IFEMA (Feria de Madrid) y a las 18:30 h. tendrá lugar en el aeropuerto de Barajas la despedida al Papa.

Programa cultural y manutención

El encuentro del Santo Padre con la juventud católica viene acompañado de una amplia agenda cultural  que incluye actividades de cine, teatro, música y artes plásticas. Más de 300 actividades repartidas por toda la ciudad rinden homenaje a la riqueza de la cultura cristiana y hacen de la JMJ una experiencia única para los jóvenes peregrinos que acudirán a Madrid el próximo verano.

Por otro lado, la Exposición Vocacional 2011 acogerá en el Parque de El Retiro cerca de 80 stands en los que estarán representados diferentes movimientos e instituciones de la Iglesia y donde los asistentes a la JMJ podrán conocer de primera mano las diversas opciones existentes en cuanto a vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada. Francia, Noruega, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Guatemala, Chile o Perú son algunos de los países que estarán presentes en la feria.

Para hacer accesible esta experiencia a todos los jóvenes, aquellos con alguna discapacidad, contarán con dos zonas especiales: una para discapacitados intelectuales y físicos, y otra para las discapacidades auditiva y visual.

Además se ha presentado la aplicación móvil de la JMJ disponible para descargar o en versión web. La descarga se hará por invitación a través de una página web que cuenta con una lista de espera abierta desde el día 6 de julio.

La JMJ se despedirá el domingo 21 con un partido de fútbol benéfico que se celebrará en el estadio Vicente Calderón, en el que una selección de ex jugadores españoles se enfrentará a otra del resto del mundo. Participarán, ente otros, Butragueño , Paolo Futre, Fernando Hierro, Milinko Pantic, Luis Milla, Fernando Sanz, Fran, Fabio Celestini y Diego Tristán. 

Por su parte, la red de hostelería de la Comunidad de Madrid, gracias a un acuerdo con lasasociación hostelera Fehrcarem (Asociación de Cadenas de Restauración Moderna), ofrecerá una red de locales de restauración donde peregrinos y voluntarios inscritos en la JMJ en la modalidad que incluye manutención, puedan comer en ellos al canjear los tiques de los que la organización les proveerá.   

Más información: http://www.madrid11.com/

Corpus Christi

Corpus Christi

Festividad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, más conocida como el Corpus Christi, que este año se celebra el domingo 26 de junio.

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presidirá una solemne Eucaristía a las 18,30 horas en la Plaza de Oriente. A las 19,30 horas dará comienzo la Procesión con el Santísimo, que recorrerá las calles Bailén, Mayor, Puerta del Sol, Arenal, Plaza de Isabel II, Vergara, Requena, Bailén y Plaza de la Almudena. Al finalizar la Procesión, el Cardenal de Madrid impartirá a los fieles la bendición con el Santísimo, antes de entrar en la Catedral.

Como  este año se realizará una Estación en la Puerta del Sol se pide a los fieles que acompañen –como todos los años- al Santísimo en su recorrido procesional, y que se den cita de una manera especial en la Puerta del Sol, para recibir al Santísimo.

Tríduo
Como preparación a la fiesta del Corpus Christi, el Templo Eucarístico Diocesano (c/ Desengaño, 26) acogerá la celebración de un Triduo. La oración dará comienzo a las 19,00 horas.

Además, el sábado 25 de junio, a las 21,00 horas, la Catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá la celebración de una Vigilia Eucarística. Estará presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela.

Reabierto San Jerónimo El Real

Reabierto San Jerónimo El Real

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, celebrará esta tarde una Misa de acción de gracias en la parroquia de San Jerónimo el Real (los Jerónimos-c/ Moreto, 4). La Eucaristía, que dará comienzo a las 20,00 horas, servirá para reinaugurar el templo después de las obras de rehabilitación realizadas en él.

Beato Juan Pablo II

Beato Juan Pablo II

El Papa Benedicto XVI ha pedido a los peregrinos de lengua española que sigan el ejemplo de fidelidad y amor a Cristo que Juan Pablo II dejó como herencia, durante el Regina Caeli en el que ha saludado a todos los peregrinos en los diferentes idiomas.

   El Pontífice ha mandado un saludo cariñoso a estos peregrinos, y, en especial a los cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y numerosos fieles, así como a las delegaciones oficiales y autoridades civiles de España y Latinoamérica.

   "El nuevo Beato recorrió incansable vuestras tierras, caracterizadas por la confianza en Dios, el amor a María y el afecto al Sucesor de Pedro, sintiendo en cada uno de sus viajes el calor de vuestra estima sincera y entrañable", ha recordado.

   Finalmente, ha deseado que desde el cielo les acompañe siempre la intercesión del beato Juan Pablo II, para que la fe de estos pueblos "se mantenga en la solidez de sus raíces y la paz y la concordia favorezcan el progreso necesario" de sus gentes. "Que Dios os bendiga", ha concluido.